Ni hoy ni mañana volverán a clase los alumnos de La Cónsula, en Málaga, y La Fonda, en Benalmádena. Y lo peor es que aún no saben cuándo podrán reanudar la formación tras el complicado mes de diciembre. A pesar de los deseos de la Junta de retomar la normalidad mientras que continúa el proceso de integración de los centros en el SAE -hasta lo cual no cobrarán los trabajadores-, la Administración regional no ha dado instrucciones concretas para obligar a las Escuelas de Hostelería de Málaga y Benalmádena a la recuperación de la actividad docente. El delegado, José Luis Ruiz Espejo, aseguró ayer a las plantillas que "no se sienten con capacidad moral para exigir cuando se deben ocho nóminas". Por ello, dejó en manos de profesores y personal de administración la decisión de recuperar el curso, una responsabilidad que los trabajadores aseguran que no les corresponde.

"Quieren que decidamos si emprendemos la actividad o no, pero ese tipo de decisión no nos toca a nosotros", dijo ayer Carmen Sánchez, delegada de personal de La Fonda. "No hay consenso, parte de la plantilla reanudaría la actividad docente y abriría el restaurante y otra que no lo considera viable hasta que no cobremos". Tendrán que ser "los presidentes de los consorcios y los liquidadores los que digan lo que tenemos que hacer".

Por tanto, no salió ningún calendario a corto plazo de la reunión que mantuvieron ayer responsables de la Junta, liquidadores personal de ambos centros y estudiantes. Ruiz Espejo explicó que "es una cuestión que hay que tratar con los trabajadores, porque el final del año pasado no fue normalizado y, por tanto, queríamos que el inicio se produjera en unas condiciones de normalidad para los alumnos con el objetivo de cumplir el curso con las horas de docencia y práctica que tiene que tener".