En las últimas semanas los centros de protección de menores que la Junta de Andalucía proyecta en Marruecos han tomado velocidad, tras casi una década pasada desde que por primera vez se comprometiera este recurso por parte del Gobierno andaluz. A mediados de septiembre ha tenido lugar la recepción provisional de las obras de los centros ubicados en Larache y Asilah. El primero de estos centros de protección formó parte del convenio que en 2003 firmaron el ex presidente andaluz Manuel Chaves y Mohamed Benaissa, ex ministro de Asuntos Exteriores y de la Cooperación de Marruecos. Otro de los centros en reconstrucción, el ubicado en Mellouussam, está en obras y se estima que estén finalizadas en mes y medio.

Así, la Junta pronto tendrá disponible las primeras infraestructuras para dar cumplimiento a una de sus promesas más antiguas: habilitar centros de menores en el país vecino para prevenir la inmigración infantil. Si en un primer momento estos centros se concibieron para dar acogida a niños de la calle, las últimas intenciones pasaban por refugiar a niños procedentes de las zonas rurales del país para disuadirles de que emprendieran el viaje.

La evolución de esta promesa llegó a su momento más álgido en la visita que hizo a Marruecos el actual presidente de la Junta, José Antonio Griñán, de la que la pasada semana se cumplieron tres años. Entonces Griñán elevó los seis centros que se recogían en el Plan de Desarrollo Transfronterizo a 12.

Sin embargo, la información con la que trabaja la actual Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales, dirigida por IU y en la que se integra la Agencia Andaluza para la Cooperación Internacional (Aacid), sólo recoge seis centros, en realidad, cinco, ya que según informa la propia Aacid se ha decidido no intervenir en el centro de protección de Alcazarquivir (Ksar El Kabir), por motivos presupuestarios.

El presupuesto para esta primera fase se cifra en 2.094.560 euros, a los que se sumarán en una segunda fase otros 2,9 millones para la formación y capacitación del personal de las asociaciones e instituciones competentes. Aunque el protocolo administrativo está firmado, no se ha iniciado la formación del personal ya que aún no han concluido las remodelaciones de los centros. No obstante, fuentes de la Aacid señalan que se ha llegado a un acuerdo para que antes de final de año sem organice un taller que identifique las necesidades de personal.

Estos tres centros ya casi ultimados pueden recibir el equipamiento ya que, justamente, en estas semanas también han recibido la validación por parte de la Entraide National (organismo gubernamental responsable de la infancia en Marruecos).

En cambio, un problema administrativo ha impedido el avance en la reconstrucción del centro de menores de Chauen. Se licitaron las obras en julio, pero la comisión decidió declarar la licitación desierta, ya que sólo se presentó una oferta una media hora mas tarde de la hora fijada en el reglamento de la licitación. El proceso ha vuelto a un punto de origen y se espera licitar las obras en estas próximas semanas.

Uno de los cinco centros proyectados no será rehabilitado, sino construido de nueva planta. Se trata del centro de Uad Lau, cuyas obras de construcción se iniciaron el 31 de agosto.

Según explicaron desde la Aacid, las obras no se han podido iniciar antes por unos litigios en relación con el terreno. Las obras fueron paradas en dos ocasiones por los vecinos, que no dejaban a la empresa contratada iniciar las obras. Tras una reunión con el Wali de Tánger-Tetuán (gobernador de la región), éste consiguió a la Junta otro terreno limítrofe y con características parecidas, por lo que no ha sido necesario realizar de nuevo los estudios previos para la construcción del centro.

La Junta entiende que los beneficiarios directos de estos centros acogidos por su situación de dificultad serían un millar, además de que beneficiaría a unos 200 monitores que trabajan en la protección a la infancia como personal de la Entraide National y personal de las asociaciones de las regiones de Tánger-Tetuán. Otras comunidades como Madrid o Canarias cuentan con centros de protección de menores en Marruecos.

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