El presidente de la Junta, Manuel Chaves, ha admitido que llegar al millón de parados en Andalucía es una "hipótesis posible" que el Gobierno andaluz tratará de evitar con la adopción de medidas que complementen a las ya puestas en marcha por la administración central y autonómica.

Chaves, que ha asistido a la inauguración en Granada de la ampliación de la planta de los laboratorios Abbott, ha manifestado a preguntas de los periodistas que la Junta hará "todo lo posible" por que esa posibilidad sea finalmente una "hipótesis no probable".

Ha mostrado su convencimiento de que la inversión de "miles de millones de euros" que tanto el Gobierno central como el autonómico han dedicado a la contratación de mano de obra dará resultados "a medio plazo", probablemente a final de este semestre, lo que a su juicio contribuirá a que Andalucía no llegue al millón de parados.

Entre esas inversiones se ha referido a las incluidas en los planes de competitividad o infraestructura, que suman más de 70.000 millones de euros, y a los 8.000 millones del fondo municipal puesto en marcha por el Gobierno central.

Aunque ha considerado que en materia de inversión tanto el Gobierno central como el autonómico han "hecho los deberes", Chaves ha señalado que la Junta de Andalucía procurará poner en marcha "una serie de medidas" que complementen a las ya existentes.

El presidente de la Junta ha dicho que las dos preocupaciones principales del Gobierno andaluz son la situación de las familias afectadas por el paro o a punto de que terminen sus prestaciones por desempleo, y la de las empresas que se vean abocadas a presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

Interrogado sobre si le preocupa la posibilidad de que las protestas de los trabajadores de Boliden se extiendan a otros sectores laborales, Chaves ha dicho que el martes tendrá lugar la primera reunión con sindicatos y empresarios para iniciar la negociación del séptimo acuerdo de concertación, que ha definido como un "pacto social" porque será "más amplio" que los anteriores.

"Queremos que -el pacto- recoja el sentir y los problemas de los trabajadores, ha dicho Chaves, para quien el caso de Boliden no es "representativo de la clase trabajadora" porque se trata de un grupo "muy pequeño" que "tienen ofertas de trabajo y no las han querido aceptar", situación que "contrasta" con la que viven los "miles de trabajadores que en estos momentos están en el paro".