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Pleno

Griñán acusa a Zoido de intentar enfrentar a la Junta con los ayuntamientos

  • El líder del PP-A exige al Ejecutivo andaluz que pague las deudas pendientes con los consistorios y convoque una conferencia de alcaldes tras haber recibido "oxígeno" financiero del Gobierno central.

El presidente andaluz, José Antonio Griñán, ha acusado este jueves al presidente del PP de Andalucía, Juan Ignacio Zoido, de intentar enfrentar a la Junta con los ayuntamientos cuando le ha pedido que salde las deudas de la administración autonómica y convoque una conferencia de alcaldes. En la sesión de control al Gobierno en el Parlamento andaluz, Griñán ha aclarado a Zoido que el Gobierno central "no ha regalado nada" a la Junta con su petición al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y Zoido le ha replicado que le ha dado "oxígeno" financiero y, por tanto, la prioridad es "pagar las deudas pendientes con los ayuntamientos y el gasto social vinculado a los municipios".

Sin embargo, Griñán ha eludido desvelar la deuda de la Junta con los ayuntamientos y ha pedido a Zoido que no intente enfrentar a los consistorios con la administración autonómica, al tiempo que le ha acusado de demandar una conferencia de alcaldes para "tratar de cambiar las reglas" de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) para "no constituirla porque con las vigentes se constituye cuando quiera". El presidente andaluz ha acusado a Zoido de querer hablar del presupuesto de la Junta para no hacerlo del estatal, que ya se conoce y que perjudica a Andalucía, según Griñán, que ha asegjurado que el Gobierno central "no ha dado nada a Andalucía", sino que le ha prestado dinero que tiene que devolver con el interés que tenga que pagar el Estado más un interés suplementario.

Ha reprochado al dirigente popular que no respaldara el aumento del techo de endeudamiento a Andalucía, porque de esa forma venía a decir que "pagáramos los excesos de otras comunidades", aunque "lo hemos enmendado" porque Andalucía ha conseguido su reivindicación de contar con endeudamiento entre el 15,1 y 15,3% del PIB para 2013.

El presidente del PP andaluz ha pedido a Griñán que elabore unos presupuestos realistas y que pague las deudas que tiene contraídas la Junta con los ayuntamientos tras haber recibido ayuda financiera del Gobierno central, ya que "cada factura que no se pague pone en peligro los servicios y el empleo de muchos ciudadanos". Le ha cuestionado sobre si la Junta hará unos presupuestos para 2013 acordes con la situación o condicionados por la negociación con IU y, si el problema es "que no le llegan los votos", le ha ofrecido los cincuenta diputados del PP para conseguir unas cuentas que "contribuyan a mantener la eficacia y eficiencia de los servicios públicos y del empleo". También le ha pedido que "abandone la política de torpedear a los ayuntamientos porque así no perjudica a los alcaldes sino a los ciudadanos y a los servicios que prestan" y que "no caiga en la tentación de cerrar hospitales y colegios porque es lo más fácil mientras mantiene una estructura política con amplio margen de adelgazamiento".

Asimismo, Zoido ha preguntado a Griñán si el adelgazamiento de la administración y el sector público que se pondrá en marcha va afectar "sólo a los trabajadores o a los políticos también". Tras mostrar su sorpresa por la forma en que Zoido habla de los políticos, como "si sobrevolaran por encima de los políticos" y como si los del PP hubieran "caído aquí por casualidad", Griñán ha requerido a Zoido que sea "valiente y defienda a Andalucía" y no ataque a la región cuando defiende al Gobierno y sus políticas. En este sentido, Juan Ignacio Zoido ha reprochado a Griñán que haya callado durante la etapa de gobierno del PSOE en Madrid y ahora "haya recobrado el aliento y empiece una confrontación permanente".

Transmitir una imagen de unidad

Por otro lado, en respuesta a una pregunta del Grupo Socialista sobre las conclusiones de la Conferencia de Presidentes que se celebró el 1 de octubre, Griñán ha defendido que España debe transmitir una "imagen de unidad" frente al exterior y a los mercados internacionales en el actual contexto de crisis económica pero que esa "cooperación institucional" entre el Gobierno y las comunidades es "complementaria" a la "discrepancia política".

Tras señalar que "es tiempo de cumplir con las obligaciones institucionales y políticas, el presidente se ha afanado en explicar esta compatibilidad argumentando que las "obligaciones institucionales se resumen en cooperación para aquello que fortalezca a España, y las políticas, en discrepancia en todo aquello que sean modelos diferentes".  "Cooperación institucional y discrepancia política, esas son nuestras obligaciones y lo que espera la ciudadanía de nosotros. Disentir y confrontar es una forma de proponer alternativas y esa es la democracia, y sin embargo, consensuar y coincidir institucionalmente es lo que corresponde al interés general. Y son dos formas complementarias de hacer política. La una no puede anular a la otra. Debemos y podemos disentir de todas aquellas políticas que contravienen el modelo de sociedad en el que creemos, pero tenemos que coincidir en que España tiene que fortalecerse cuando el Banco Mundial o quien sea se empeña en transmitir una imagen del país que no se corresponde con la realidad", ha defendido.

Sobre todo, ha añadido, porque si no se alcanza este clima de cooperación institucional y "corresponsabilidad" para reivindicar el "interés general" de los ciudadanos puede pasar que agencias de calificación comparen a España, como ocurre en la actualidad y con un "interés bastardo", según ha dicho el propio presidente, "a Namibia o Chile, que con cuatro veces menos de renta per cápita, paga cuatro veces menos de prima de riesgo". "Ahí sí que no podemos transigir", ha apostillado.

En su opinión, por tanto, la "cooperación institucional" debe servir para defender a España de estas agresiones y, mientras tanto, la discrepancia política con el Gobierno central "para decir que no basta para salir de esta crisis una política de reducción del déficit público sino que hacen falta políticas de empleo", ha ejemplificado. En este punto, Griñán ha señalado cómo la Junta "no va a disentir cuando se hace una reforma laboral como la que se ha hecho y esta reforma educativa tan terrible que tenemos encima de la mesa" o cuando se establece por parte del Ejecutivo de la Nación "una ruptura de la cobertura de la sanidad".  "Y esto hay que decirlo fuerte, alto y claro porque eso también es política y cumplir con nuestras obligaciones políticas e institucionales. Hay que cumplir las obligaciones económicas, sí, pero las políticas también. Sin miedo y sin confundir una cosa con la otra", ha recalcado para defender que la cooperación institucional y la discrepancia política son compatibles.

Por una reforma fiscal "más equitativa" que no cargue más a los asalariados

En otro orden de cosas, ha contestado al portavoz de IULV-CA, José Antonio Castro, que aboga por una reforma estatal del modelo fiscal y considera necesario la puesta en marcha de un impuesto a las grandes fortunas, regular los impuestos de sociedades y los que gravan las rentas de capital, y revisar el abanico de beneficios fiscales, "pero con un criterio uniforme".

El presidente de la Junta también ha demandado que los beneficios fiscales no deroguen la presión tributaria, se establecezca un mínimo obligatorio para el impuesto de sucesiones y donaciones y se homologue la progresividad de las rentas de capital. En su opinión, es muy importante ampliar la base fiscal, para sea más estable y progresiva; distribuir mejor la carga fiscal, y luchar contar el fraude fiscal. 

Tras recordar que en Andalucía su pusieron en marcha en la pasada legislatura una seria de medidas para conseguir una mayor recaudación, pero con una mejor distribución de la carga, todo ello dentro de las competencias de la Comunidad, Griñán ha apuntado que estamos viviendo uno de los momentos económicos "más difíciles" de los últimos 30 años y que toda crisis exige "sacrificios", si bien ha lamentado que éstos se estén repartiendo "de manera injusta". 

El líder del Ejecutivo andaluz ha insistido en que hay que "definir" cuáles son los sacrificios que hay que hacer para, posteriormente, definir también quiénes deben soportarlos. En su opinión, no es aceptable que los sacrificios en estos momentos estén destinados a sanear los balances "de quienes llevaron a la crisis y quienes aún no abierto el crédito a las familias y a las pymes". "En una crisis lo primero que hay que preservar es la protección social, aunque también hay que hacer moderación salarial", ha apuntado el presidente de la Junta, quien ha considerado que ello puede hacerse con "acuerdos de renta interconfederales", no haciendo falta una reforma laboral como la puesta en marcha por el Gobierno de Rajoy.

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