El Gobierno central considera que, en estos momentos, no se dan las condiciones de excepcionalidad que le llevó en 2018 a sufragar parte del gasto que las comunidades autónomas realizan para acoger a los menores migrantes no acompañados (menas). Así se lo ha transmitido el Ministerio de Sanidad a la Consejería de Igualdad, por lo que la Junta se quedarán sin dinero para atender a estos jóvenes a partir de 2020. En Andalucía hay 2.176 de estos menores.

Aunque la situación no es tan extraordinaria como en el verano de 2018, cuando miles de menores comenzaron a llegar a Andalucía en pateras, aún hay 2.176 menas tutelados por la Junta en centros propios o en asociados. A lo largo de este año, la Consejería ha ampliado en 1.389 las plazas concertadas con otras organizaciones, una acción que se sufraga con la subvención que entregó el Gobierno central, de 26 millones de euros.

Este dinero permite albergar a los jóvenes y trazarles un plan de inserción, vía formativa o laboral, de tal modo que el abandono de los centros que se dio años pasados ha desaparecido. Es decir que, a excepción de quienes ya tienen un domicilio fuera de Andalucía entre sus planes, los jóvenes se quedan, de ahí que no haya llegada masiva, pero sí unas necesidades presupuestarias para mantenerlos. A lo largo de 2019 se han atendido a 5.600 menores.

La directora general de Infancia ha preguntado en tres ocasiones, mediante carta, a Sanidad por la renovación de la subvención, pero ya en la segunda misiva se le informó de la no renovación. Aunque la inmigración es competencia estatal, las comunidades autónomas deben asumir la tutela de los menores que llegan sin ningún familiar y que tampoco pueden ser devueltos a sus países al carecer de progenitores conocidos.

Si el próximo enero el Gobierno mantiene esta negativa, tendrá que ser la Junta la que sufrague el gasto, por lo que tendrá que reubicarlos en centros propios. El Consejo del Gobierno andaluz tratará este asunto en la reunión de este martes.