El ceremonial del PP para cebar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y sus inversiones para la comunidad autónoma lleva desplegado desde la presentación del proyecto el pasado martes y ayer tuvo su continuación con la rueda de prensa del delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz.

Lejos de aceptar que la inversión real para Andalucía se ha quedado en 1.820 millones -un 7,2% menos que el pasado año y a 1,4 puntos de lo que le correspondería por su peso poblacional (17,9%)- o que está por debajo de la media por habitante (216,7 frente a 236 euros a nivel nacional), Sanz no sólo continuó con la pompa del proyecto, sino que elevó la cuantía de la inversión a 1.922 millones con fondos extra que no identificó, dio por sentado que los PGE cumplirán al final con el porcentaje poblacional y aseguró que todas las cuentas de Mariano Rajoy desde que comenzó la legislatura han cumplido con Andalucía, todo ello sin facilitar un sólo dato que avale sus convicciones.

El acto de fe de Sanz incluyó una elevación del gasto social de los PGE al 70,8%, muy por encima del 53,3% cifrado por el propio Rajoy, sin que de nuevo se aclarase el detalle pese a serle expresamente solicitado.

La inversión real, aquella que se invierte en bienes tangibles y productivos, se elevó por obra de Sanz cien millones tras el "contacto" que en las últimas horas ha mantenido con el Ministerio de Fomento. Esta aportación extra procedería de fondos no regionalizables que Fomento suma como inversión a las cuantías ya conocidas y cuyo detalle sí se puede consultar regionalizada e incluso provincializada en el proyecto de Presupuestos.

Sanz también incluyó los fondos europeos, las becas, las asignaciones de la ley de dependencia y otras transferencias que no se utilizan para la cuantificación de la inversión real con el fin de elevar la cuantía procedente del Gobierno y así "incluso superar el objetivo estatutario".

El Estatuto andaluz incluyó en su reforma de 2007 una cláusula por la que las transferencias del Estado debían respetar su peso poblacional en el conjunto de la Nación. Ningún gobierno, ningún año desde 2008, respetó esa cláusula (Rodríguez Zapatero la presupuestó los dos primeros años, pero no la ejecutó, incumplimiento que la Junta tiene recurrido en los tribunales), aunque Sanz y sus asesores están convencidos de que Rajoy sí ha cumplido con ese objetivo en la ejecución, datos que tampoco se encontraron disponibles.

En el presupuesto de 2012 Rajoy destinó a Andalucía 1.851,9 millones, un 14,6% del total regional. En 2013 fueron 1.632, un 15,3%. En 2014 1.697,7 millones, un 17,3%. Y en el presente año 1.968,16, un 17,4%. Tras la presentación de los proyectos el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, se comprometió a cumplir con el objetivo estatutario en el debate de enmiendas, pero nunca se alcanzó.

Otras novedades aportadas por Sanz en su lectura de los PGE fueron que la reforma del IRPF, recientemente aprobada, supondrá para Andalucía entre 2015 y 2016 un total de 1.055 millones de euros; que la partida destinada al desarrollo de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) contará en 2015 con 27,9 millones y 72,2 millones en 2016 y que la recuperación de las ayudas para los libros de texto supone 24 millones para 2016. A ello sumó otras estimaciones reiteradas por el PP como la primacía en inversiones de Fomento sobre otras comunidades, también en carreteras y puertos, o los esfuerzos de los PGE en la tasa de reposición o en los sueldos de los funcionarios públicos.

Sanz comprendió que algunos alcaldes se hayan mostrado críticos con proyectos olvidados y les pidió "prudencia" hasta que se apruebe el texto definitivo. Fue el único asomo de autocrítica del PP en Andalucía desde el martes.