El Gobierno de Juanma Moreno tendrá que ajustar el Presupuesto de 2019 en 500 millones de euros sobre el anterior de 2018. En principio, la instrucción que se ha dado a las consejerías es que se recorte esa cantidad, aunque puede ser compensada con un aumento de los ingresos. El ajuste proviene del cumplimiento del objetivo de déficit público, que pasa del 0,4% de 2018 al 0,1% de 2019. Fue, precisamente, la oposición del PP y de Ciudadanos al techo de gasto propuesto por Pedro Sánchez lo que obligará a la Junta a este recorte.

Los consejeros ya se han puesto a trabajar bajo el marco que les ha enviado el titular de Hacienda, Juan Bravo. El Gobierno andaluz considera que estas cuentas no podrán incluir buena parte de las novedades de su programa, debido a que se aprobará a mitad de año y que se hace como reforma del Presupuesto prorrogado de 2018. No obstante, estas cuentas sí incluirá la bonificación del 99% del impuesto de sucesiones y donaciones.

La idea del Gobierno es que el proyecto entre en el Parlamento la semana siguiente a las elecciones municipales del 26 de mayo, de modo que pueda estar aprobado antes del 15 de julio. Para ello, PP y Ciudadanos necesitarán contar con el apoyo de Vox.

El Gobierno de Pedro Sánchez consiguió que Bruselas le autorizase un nuevo techo de gasto que implicaba un beneficio para las comunidades autónomas: en vez de ajustar en 2019 al 0,1% de déficit podrían quedarse en el 0,3%, pero esto no se pudo aprobar en las Cortes. Durante estos meses, la Junta ha funcionado con el Presupuesto prorrogado de 2018, que ascendió a 34.759 millones de euros.