Medio centenar de ganaderos de la provincia de Málaga están desesperados por la falta de agua. Los pozos de los que normalmente se han surtido para dar de beber a sus animales están prácticamente secos y no han tenido más remedio que recurrir a camiones para evitar que el ganado se muera de sed en pleno verano. Además, es un gasto extra en el contexto económico tan delicado que sufre el sector.

Algunos de ellos, después de toda una vida dedicada a la ganadería, no se han visto nunca en una situación tan preocupante como la que arrastran desde finales del año pasado. A sus 68 años, Juan Contreras, un ganadero de Pizarra que ayudado por sus dos hijos mantienen a flote una explotación con mil cabras, no da crédito a lo que está ocurriendo este año. Desde el pasado diciembre, un camión cuba se ha convertido en su salvación. "Lleva tres años sin llover y el arroyo del que se abastecía mi pozo no tiene agua", se lamentó este ganadero, que a punto de jubilarse teme la situación en la que dejará el negocio a sus hijos porque "estamos hasta arriba entre seguros, pienso, los malos precios de la leche en el mercado y ahora el agua".

El problema se ha agravado. La visita diaria del camión cuba es ya imprescindible. Contreras paga 80 euros por 10.000 litros diarios, y prácticamente toda se gasta en el día. "Lo que tengo claro es que no las voy a dejar sin beber ni un sólo día". Como él , sólo en Casabermeja hay siete ganaderos con el mismo problema. Juani Díaz es uno de ellos, dando de beber a sus 500 cabras con el agua de un camión cisterna, ya que únicamente dispone de agua en la red de abastecimiento durante dos o tres horas por la noche. "Estamos en una situación muy complicada, aunque no quieran reconocerlo, y necesitamos agua para los animales no para regar un campo de golf".