Andalucía

Familiares y redes mafiosas "ocultan" a las menores que emigran solas

  • La emigración forzosa o inducida las "invisibiliza" e impide que accedan a los sistemas de protección · Un estudio de la Universidad de Granada constata el crecimiento de la inmigración infantil femenina

Las chicas que emigran a España son, en cuantía, mucho más minoritarias que los chicos. Sin embargo, se comienza a observar un crecimiento lento, pero paulatino, de la emigración de niñas. Así lo certifica uno de los escasos estudios que analiza el proceso migratorio que emprenden, sin la compañía de adultos, menores del sexo femenino.

El Grupo de Investigación Sepise (Seminario de Estudios para la Intervención Social y Educativa) de la Universidad de Granada aborda un fenómeno que se inició a principios de la presente década, con los primeros ingresos de chicas adolescentes en centros de protección.

Casi la totalidad de los trabajos sobre la migración precoz se refieren al sexo masculino. Para la investigación, las profesoras María Luz Morante y María Auxiliadora Trujillo, tomaron como punto de partida el estudio de una muestra de 26 menores que llegaron a Granada desde 2003 a 2006, así como las entrevistas realizadas a ocho jóvenes mayores de edad que entraron en España siendo menores.

Entre las primeras conclusiones, difundidas en un seminario celebrado en Poitiers (Francia), las autoras destacan como "especialmente alarmante" el acceso limitado que las niñas tienen al sistema de protección, debido a su "invisibilidad". Si llegan en patera, de inmediato actúan las autoridades policiales y las niñas "aparecen", pero ésta no es la única forma de ingresar en España: a veces consensuadas por la familia y la menor; otras sin que ellas ni sus familias tengan la iniciativa al ser forzadas por redes mafiosas.

Una vez en el país receptor, expone el estudio, las menores "acceden a espacios que conectan con lo privado o lo oculto, ya sean ligados a la familia extensa, a la explotación laboral o a la prostitución".

José Chamizo, Defensor del Pueblo Andaluz, también ha pedido que se aumente la atención hacia las niñas inmigrantes que llegan solas a España. "Son pocas, pero muchas no llegan a los centros de menores", expuso el Defensor en unas jornadas celebradas el jueves en Córdoba.

Familiares lejanos que ya residen en España o redes de explotación infantil son su destino. La solución: la fuga, extremo que da "miedo" a Chamizo porque se desconoce adónde van a parar. En centros de protección, según el Defensor, residen entre 80 y 90 niñas inmigrantes procedentes en su mayoría de Marruecos, Latinoamérica o países del Este.

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