"Les pedimos por humanidad, hace dos meses, que no tocaran estos servicios esenciales. Y lo han hecho". Son palabras del teniente de alcalde de Villamartín (Cádiz), Juan Carrero (PSOE), con la indignación, ayer, atragantada pocos instantes después de que la compañía Endesa cortara, sobre las nueve de la mañana, la luz a un centro de niños y adultos discapacitados físicos y psíquicos, en Villamartín, por los impagos que arrastra el Ayuntamiento de la localidad serrana.

Además de este centro, la compañía dejó sin suministro otras dependencias municipales como la sede de la Asociación de Familiares de Enfermos de alzhéimer y la escuela de adultos. Una situación que puso sobre las cuerdas al Consistorio para buscar una salida a este problema, que arrastra desde hace un tiempo, ya que no puede hacer frente a la deuda de 200.000 euros con Endesa. No es la primera vez que estos emplazamientos, cuya luz la asume el Consistorio, se quedan sin suministro. Ya pasó el 28 de diciembre de 2010.Tras un acuerdo de pago con la compañía eléctrica, el suministro quedó restablecido a primera hora de la tarde en estos centros afectados. Para ello, Villamartín pidió un anticipo a la Junta de los fondos autonómicos como aval.

El caso de Villamartín no es ajeno a otros municipios gaditanos. La falta de liquidez de las arcas municipales con las suministradoras está provocando la alteración de servicios a la ciudadanía. Por ejemplo, el municipio de Puerto Serrano se levantaba el martes con un apagón generalizado en la Casa Consistorial y en un colegio de Primaria, que dejó sin luz ni calefacción a 400 niños. En Jerez, la Gerencia de Urbanismo se quedó a oscuras, también, unas horas por la morosidad del Ayuntamiento. "Es una barbaridad. Es inhumano. Eso es presionar con los servicios más sensibles", añadió el alcalde de Villamartín, José Luis Calvillo (PSOE).

Sin calefacción ni cocinas y sin poder prestar atención a una veintena de niños y adultos con discapacidad. Ese fue el panorama que se vivió en el centro de atención a disminuidos de Asparei, en Villamartín. Este apagón supuso la alteración de la normalidad del centro, que ofrece talleres ocupacionales, da servicio a través de una unidad de día, y presta atención temparana a otros 40 pequeños. El director del servicio, Plácido Fernández, explicó los contratiempos de la falta de luz para atender los desayunos y los almuerzos de los afectados. "Lo mínimo que deberían haber hecho era avisarnos del corte para que los niños no vinieran al centro", dijo. Fernández lamentó que los alumnos tuvieran que permanecer al sol por falta de calefacción, teniendo en cuenta las bajas temperaturas. Algunos de ellos se valen de sillas de ruedas.