El padre de Mari Luz, Juan José Cortés, arropado por buena parte de sus familiares, compareció ayer ante los medios de comunicación para mostrar su indignación por la noticia que apuntaba que la comisión disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se inclinará por imponer una sanción leve de entre 1.000 y 6.000 euros al titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Sevilla, Rafael Tirado, por no ejecutar una sentencia contra el presunto autor de la muerte de Mari Luz Cortés, el pederasta Santiago del Valle.

Primero visiblemente tranquilo, luego alzando incluso la voz de pura rabia, expresó que "me esperaba cualquier cosa menos esto porque confiaba en la Justicia, aunque por ella mi hija muriera a manos de un asesino". Y es que los Cortés tenían puestas sus esperanzas en que el CGPJ apartara de la carrera judicial a Tirado y, si esto no ocurre finalmente, "será el escándalo más grande de la historia de España porque es un atentado contra la dignidad judicial" y una "estafa a la Justicia" porque "yo no pido la cabeza de este individuo, sólo que se haga justicia a mi hija".

El padre de la menor de El Torrejón señaló a un "corporativismo claro" como la causa de que la comisión disciplinaria imponga la mínima multa al magistrado sevillano, ya que "los jueces se tapan unos a otros y se creen intocables", una explicación que fundamentó en que Rafael Tirado fue presidente de la Asociación de Profesionales de la Magistratura (APM) entre 1996 y 1997, "un sector conservador del que forman parte dos de los cinco miembros de la comisión del CGPJ, y el tercero de ellos fluctúa". Asimismo, indicó que "es vergonzoso que ya le estén imponiendo una multa antes de que sea juzgado" -el martes Tirado prestó declaración en el marco del expediente disciplinario abierto-, por lo que pidió al Consejo General del Poder Judicial que "declare nula la comisión disciplinaria porque no voy a permitir que a mi hija no se le haga justicia".

En cuanto a las declaraciones realizadas por el magistrado el martes ante la comisión, en las que alegaba que el exceso de trabajo en el Juzgado de los Penal número 1 de la Audiencia de Sevilla impidió el control sobre la ejecución de la condena impuesta a Santiago del Valle, Juan José Cortés dijo que "los juzgados menos sobrecargados de España son los andaluces, y de ellos, los que menos carga tienen son los de Sevilla". Además, recordó que el argumento que esgrimió Rafael Tirado "es una mera excusa", puesto que cometió un rosario de errores judiciales y la inspección "ya le había puesto en sobreaviso con tiempo y siguió cometiéndolos".

Con el rostro desdibujado por la furia (algo inusual en él), Cortés manifestó ante los periodistas que "Tirado no va a defender su sillón a costa de la muerte de mi hija; es el responsable indirecto de su asesinato y no le quieren hacer pagar por ello".

El abuelo de Mari Luz, Juan Cortés, que también compareció ante los medios de comunicación ayer, expuso que "él es responsable de todo porque ha permitido que un criminal ande suelto, por lo que no sería justo que recibiera sólo una sanción económica, que es una propina para su bolsillo".

Los Cortés barajan la posibilidad de presentar una querella criminal contra Tirado y contra la secretaria judicial por dejación, "que podría ampliarse a los juzgados número 4 y número 7 de Sevilla, porque investigamos si podrían tener responsabilidad en otras causas aunque hayan prescrito".

El padre de Mari Luz pidió, por último, al juez que "no use el nombre mío ni de mi familia para pedir firmas con el encabezado: 'Abogados, juristas y todos los profesionales que abajo firman, lamentando la trágica muerte de la menor Mari Luz Cortés y solidarizándonos con los familiares de la misma, queremos manifestar igualmente nuestro apoyo a los titulares del Juzgado de los Penal nº1 por su entrega y trayectoria profesional al frente de dicho organismo judicial".