El impuesto sobre la renta bajará en Andalucía en 2016, pero el que grava las sucesiones y donaciones deberá esperar un año más, hasta el 2017. Ésa es la voluntad del PSOE, pero Ciudadanos, aliado del Gobierno en la negociación de los Presupuestos, solicitó ayer que haya una reducción a lo largo de 2016 que siga las recomendaciones de la comisión de trabajo que comenzará a trabajar en los próximos días en el Parlamento. A pesar de que la consejera de Hacienda, María Jesús Montero, dejó este asunto para las cuentas de 2017, el portavoz de Ciudadanos, Juan Marín, exigió que la propuesta de esta comisión sea aceptada en su momento. Aunque el Presupuesto de 2016 se apruebe en diciembre, un decreto puede variar la carga impositiva cuando el Gobierno lo considere. El acuerdo que firmaron PSOE y Ciudadanos contiene la creación de este grupo de trabajo, pero no especificaba cuándo se aplicaría. "La Junta tendrá que hacer las modificaciones presupuestarias para que esta medida tenga cabida en 2016; las personas que han estado pagando toda su vida no tienen que volver a hacerlo por dejárselo a sus hijos", dijo Marín.

El impuesto de Sucesiones refleja mejor que ningún otro el desbarajuste fiscal de la España de las autonomías, una brecha que llega desde el 36% del tipo máximo que se aplica en varias comunidades al 99% de bonificación de otras, caso de Madrid. Andalucía, Asturias y Murcia son las comunidades donde se paga más cuando se hereda. La propuesta de Ciudadanos no pone el acento tanto en la rebaja, aunque también, como en una armonización en el conjunto del país. En este sentido, el partido de Albert Rivera espera que el nuevo Gobierno que salga de las urnas el 20 de diciembre legisle para conseguir una igualación, pero mientras tanto en la comunidad se seguirá pagando un impuesto tan alto que lleva a algunos contribuyentes al traslado fiscal a Madrid.

El proyecto de Presupuesto de 2016 pasó ayer su primer trámite al ser rechazadas las enmiendas a la totalidad de PP, Podemos e IU. El voto afirmativo de Ciudadanos le servirá al Gobierno de Susana Díaz para sacar adelante las primeras cuentas de esta legislatura y las primeras también que incluyen una rebaja fiscal desde el inicio de la crisis. Los tramos del IRPF bajan dos puntos, lo que supondrá una caída de ingresos de 120 millones de euros, pero no se toca el de Sucesiones. Todos los líderes de los partidos de la oposición defendieron su propuesta, a excepción de Teresa Rodríguez, de Podemos, que dejó el debate más importante del año en manos de su diputada Carmen Lizárraga. Hace 15 días, la líder de Podemos tampoco interrogó a la presidenta Susana Díaz en la sesión de control, fue otro parlamentario. Hoy no se celebra la sesión de control porque Díaz acompaña al Rey en una visita a Málaga, de tal modo que Teresa Rodríguez cumplirá algo más de un mes sin una intervención de relevancia en la Cámara.

La Junta recauda 300 millones de euros al año por sucesiones y donaciones, pero según Hacienda no ha habido más margen tras bajar el IRPF. Además de ser muy alto, este impuesto en Andalucía contiene un injusto salto en los 175.000 euros, de tal modo que quien herede menos cuenta con una bonificación del 99%, pero quien reciba, por ejemplo, 176.000 debe pagar por toda la cantidad. Una persona de 30 años sin hijos que herede bienes por valor de 800.000 euros paga ría 164.000 euros en Andalucía, pero sólo 1.586 euros en Madrid. Eliminar el salto de los 175.000 euros habría costado 60 millones de euros en recaudación.

El proyecto de Presupuesto cuenta con la oposición de PP, Podemos e IU. El líder popular, Juanma Moreno, se quejó de que en 33 años de gobiernos socialistas nunca se ha aceptado una iniciativa del PP a las cuentas públicas. Los populares solicitaban una reducción del 99% del impuesto de Sucesiones, pero su iniciativa ni siquiera ha entrado en la Cámara, ya que la presentaron bajo forma de proposición de ley. Moreno Bonilla mantuvo un duro debate con la consejera María Jesús Montero, que se fajó en defender estas cuentas que suben un 3,6% en 2016.