Andalucía

'Carma', 'carma' Carmen

  • José Antonio Griñán puso a una parte importante del PSOE andaluz a impulsar el liderazgo de Chacón.

Juan Espadas, José Antonio Griñán y Carme Chacón.

Juan Espadas, José Antonio Griñán y Carme Chacón. / Juan Carlos Muñoz

Parque Alcosa, mayo de 2011 en Sevilla. Carmen Chacón viaja al sur para acompañar en un mitin al entonces candidato a la alcaldía de Sevilla, Juan Espadas. Llega la ministra de Defensa, y se produce un pequeño tumulto: o la gente pide calma -con la conveniente sustitución de la erre por la ele, carma, carma- o los vecinos de este barrio sevillano saben pronunciar tan bien como Josep Pla. Carme Chacón comenzaba también a ser llamada Carmen, 2011 fue su año, aspiraba a liderar el PSOE y la federación andaluza tenía una de las llaves. José Antonio Griñán, entonces presidente de la Junta, fue su introductor, fue él quien estuvo en el principio de la amistad que la ex ministra de Defensa, fallecida en Madrid el domingo, forjó con otra de sus señaladas: Susana Díaz. La apuesta que el PSOE de Sevilla, y en menor medida el de Andalucía, hizo por Chacón en el congreso federal de 2012 se debió a esa decisión de José Antonio Griñán. Por eso, en el PSOE andaluz, Chacón no ha sido una dirigente más, de padre almeriense, la ex ministra siguió cultivando la amistad con Susana Díaz y con Griñán hasta los últimos días, visitaba con frecuencia la Costa del Sol y su último fin de semana andaluz, este mismo abril, lo pasó entre Vejer, Tarifa Y Zahara, con visita incluida a El Campero, uno de los mejores cortes de atún de los océanos.

Griñán y ZP le apoyaban en las primarias abortadas de 2011, después vino Sevilla

Griñán y Chacón entablaron amistad en el Congreso de los Diputados. Él era un ex ministro de Felipe González, presidente de la comisión de Asuntos Sociales y ellos jóvenes diputados: Chacón, Leire Pajín, Rafael Velasco, Susana Díaz. Cuando José Luis Rodríguez Zapatero anunció su marcha para después de las elecciones generales de 2011, un sector del PSOE apostó por la candidatura de Carme Chacón para que fuese la cabeza de cartel en las generales. Griñán era uno de sus valedores, casi el principal, de no ser porque el secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, estaba por encima en la jerarquía del partido.

Chacón tenía entonces 39 años, su línea ascendente, casi fulgurante, llevaba la marca ZP, como Pajín, Bibiana Aído y otras tantas, apuestas atrevidas pero no siempre acertadas, Zapatero apostó por mujeres tan jóvenes que las quemó en casi en la misma línea de salida. Pero Chacón, ya ministra de Defensa, el departamento de Estado por tradición, era la alumna más aventajada, en ella se habían fijado Felipe González, Alfredo Pérez Rubalcaba y quien fuese secretario del presidente del Gobierno, Miguel Barroso, a la postre su marido y padre de su hijo. Todo hacía prever que Chacón competiría en esas elecciones primarias de después de mayo y ganaría.

Pero mayo de 2011 fue un mes terrible para el PSOE, los socialistas perdieron en las generales y autonómicas las capitales y las comunidades, lugares tan emblemáticos como Sevilla, Castilla-La Mancha, Extremadura y Barcelona. La mayoría culpó de ello a José Luis Rodríguez Zapatero, cuya gestión de la crisis anticipaba una debacle electoral, y una mayoría, también, abortó esas primarias, la carrera de Chacón y cualquier ocurrencia más del presidente del Gobierno. Fue entonces cuando la ex ministra anunció que se retiraba de esas primarias porque se había puesto en peligro "la unidad del partido e, incluso, la estabilidad del Gobierno".El PSOE y sus cosas. Patxi López, entonces el único barón con territorios además de Griñán, y buena parte del PSOE estaban dispuestos a aprobar la convocatoria extraordinaria de un congreso en el caso de que Zapatero siguiese empeñado en sus primarias. Chacón cedió, y Rubalcaba fue el candidato en las elecciones de diciembre de 2011. El congreso posterior, el de Sevilla de febrero de 2012, fue una última oportunidad, ya no se trataba de unas primarias, sino del último congreso donde quienes elegían eran los delegados. Fue allí donde Susana Díaz y su hoy secretario de Presidencia, Máximo Díaz Cano, le apoyaron. Perdieron. Chacón se retiró, pero no se fue: el 25 de marzo estuvo en el mitin de Susana Díaz. Todos.

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