La titular del Juzgado Togado Militar Territorial número 21, con sede en Sevilla, sometió ayer a un careo a los dos soldados citados a declarar como testigos tras las denuncias presentadas por una militar del acuartelamiento de Bobadilla, en Antequera, por presunta agresión sexual por parte de compañeros ocurridas en septiembre y en diciembre de 2017.
La soldado hizo una primera denuncia el 12 de diciembre por unos hechos sucedidos dos días antes, en la que señalaba que habría sido drogada cuando estaba en un bar con compañeros. Posteriormente, la ha ido ampliando conforme ha recordado detalles, aludiendo en la última del 16 de enero a la presencia de dos hombres en la habitación. Además, en una de esas ampliaciones denunció otra agresión sexual sufrida en septiembre.
Según el abogado de la víctima, Javier Rincón, la juez militar practicó durante más de cinco horas dos declaraciones y un posterior careo entre ambos testigos porque "había contradicciones en sus testimonios".
"Los testimonios de hoy, igual que los de otro soldado que declaró anteriormente, son de referencia y vienen a corroborar la manifestación de la víctima", aseguró Rincón. Según el letrado, la magistrada ha determinado que los hechos se investiguen en procedimientos diferenciados. Ahora "estudiaremos las actuaciones realizadas para valorar la práctica de nuevas diligencias".
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