Provincia

Cae una banda que perforaba oleoductos para robar combustible

  • La Guardia Civil detiene a 15 personas, entre ellas un lituano y un bombero y su mujer.

La Guardia Civil de Sevilla ha desmantelado una organización especializada en el robo de combustibles mediante la perforación de oleoductos. Los delincuentes habían ideado un método muy sofisticado para sustraer gasolina, gasóleo y queroseno de los oleoductos que abastecen Sevilla desde las refinerías de Huelva y disponían de una red de transporte y distribución perfectamente organizada. La operación, denominada Carafe, se ha saldado con la detención de 15 personas y la intervención de siete vehículos y de 6.500 litros de gasoil, valorados en 10.000 euros. La Guardia Civil calcula, por la infraestructura de la que disponían, que los delincuentes sustrajeron cientos de miles de litros de combustible a lo largo de los últimos dos años. 

Entre los detenidos hay un ciudadano lituano, apodado el Cirujano precisamente por su pericia para perforar las tuberías de los oleoductos sin causar daños ni fugas. El Cirujano taladraba hasta escasos milímetros del conducto por el que pasaba el combustible y luego introducía un pequeño taladro del tamaño de un lápiz para transferir la carga a una manguera propia que llevaba el carburante hasta alguna finca o nave cercana que la red había alquilado previamente y en la que ocultaban sus depósitos. 

Este método de sustracción es propio de países del Este de Europa, y además del lituano hay un georgiano entre los arrestados. No siempre era el Cirujano quien perforaba las tuberías. En al menos dos ocasiones no lo hizo él y se produjeron fallos. Una vez el combustible salió en forma de géiser, debido a la altísima presión a la que va por el oleoducto, y en otra ocasión se produjo un vertido a un arroyo, cerca de Coria del Río. 

El riesgo que esta práctica supone para la seguridad pública es altísimo. Si el taladro despidiera alguna chispa y se mezclara con el combustible, las probabilidades de una deflagración de consecuencias insospechadas serían muy elevadas. Para manejar la situación ante una posible emergencia, los delincuentes contaban con la colaboración de un bombero, que conocía perfectamente el mapa de oleoductos de la provincia de Sevilla y cómo actuar ante una emergencia con mercancías peligrosas. El bombero y su esposa figuran entre los quince detenidos. La extracción de combustible por esta vía supone un grave riesgo también para el medio ambiente. 

La investigación se inició a principios de año, cuando la Guardia Civil recibió varias denuncias relacionadas con robos en el campo y en las inmediaciones de los oleoductos, así como de varias sustracciones de gasoil. Al mismo tiempo, una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico denunció a un camionero que iba hablando por el móvil y, al inspeccionar el vehículo, halló seis contenedores cargados con 1.000 litros de gasoil. 

La organización había comenzado a robar combustible mediante otro método, filtrándolo a través de las uniones de las tuberías de los oleoductos. Al ser descubiertos por la empresa perjudicada, cambió de modus operandi. El nuevo método consistía en acceder al oleoducto por lugares ocultos y de difícil acceso, tras cavar unos tres metros de profundidad para llegar a la tubería. Una empresa de Huelva les surtía de material y una empresa de transportes de La Rinconada le facilitaba la distribución.

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