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Andalucía

Arias Cañete pasa el examen europeo

  • Aunque los europarlamentarios del PSOE votaron en contra de que fuera comisario de Energía y Clima, el pacto entre socialdemócratas y populares salva al ex ministro y a su 'rehén', el socialista Moscovici

Un alto funcionario europeo mantiene que allí por donde Miguel Arias Cañete pasa, caen rayos. Y es su amigo. Lo cierto es que las votaciones de ayer en el Parlamento Europeo se convirtieron en una dura negociación entre los principales grupos de la cámara por salvar a sus principales candidatos a comisarios. Al principio de la mañana, el mensaje del Grupo Popular fue claro: si Arias Cañete no pasaba la votación de la comisión de Energía para convertirse en comisario de esta área y la de Acción climática, el socialista francés Pierre Moscovici tendría serios problemas para ser el nuevo comisario de Economía. Y así fue: gracias a este pacto, del que se descolgaron los socialistas españoles, el ex ministro de Agricultura pasó el examen y obtuvo las credenciales para integrar la nueva Comisión Europea de Jean Claude-Juncker, cuya composición en conjunto volverá a someterse ante el Parlamento el 22 de octubre. El PSOE mantuvo su oposición al nombramiento de Miguel Arias hasta el final, si bien es cierto de que sus dos eurodiputadas en la comisión -Iratxe García y la sevillana Soledad Cabezón- eran conscientes de que los socialdemócratas no iban a sacrificar a Moscovici en la importante cartera de Economía. Así, Miguel Arias obtuvo 83 votos a favor, 42 en contra y 3 abstenciones a la pregunta de si era apto para ser comisario, y 77 a favor, 48 en contra y 3 abstenciones si lo era para dirigir la cartera de Energía y Clima.

El PSOE mantuvo que el ex ministro no debía ocupar esa cartera por su vinculación con dos empresas relacionadas con el almacenamiento de derivados del petróleo, de las que ha vendido sus participaciones a un familiar, y por su apoyo, siendo titular español de Medio Ambiente, a las prospecciones petrolíferas en Canarias. Fuentes socialistas mantuvieron que hubieran apoyado a otro comisario, y durante un tiempo, aunque de un modo muy vago, se mantuvo la opción de Pilar del Castillo, aunque el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no apoyó esta idea. Arias Cañete, compañero de viaje de Rajoy desde los tiempos de Hernández Mancha, no logró uno de los dos ministerios a los que aspiraba, ni Defensa ni Exteriores, y tuvo que volver a Agricultura. Otra de sus aspiraciones políticas, la de comisario europeo, se ha materializado ahora, aunque en una cartera menor, y con un vicepresidente por encima. Precisamente, esta titularidad forma parte del pacto.

Como estaba previsto, la liberal eslovena Alenka Bratusek recibió el rechazo mayoritario de la Comisión -13 a favor, 112 en contra y 2 abstenciones- para ocupar la vicepresidencia de Energía. Además de demostrar nulos conocimientos para la cartera, Bratusek se autodesignó como comisaria cuando su Gobierno estaba ya en funciones y las elecciones las había ganado una coalición de centro izquierda. Está previsto que la sustituya la socialista Tanja Fajon, aunque aún debe pasar el control de la Comisión. Así, Arias, conservador, contará con una socialista como primera jefa.

El departamento de Justicia de la Eurocámara había dado el visto bueno a la declaración de intereses de Arias Cañete tras revisarla por segunda vez, y para ello fue necesario que contase con el apoyo de dos socialdemócratas. Todo indica que el juego de pactos entre los dos grandes partidos sigue moviendo a esta Eurocámara.

Al respecto, la socialista Soledad Cabezón, miembro de la Comisión de Industria, opina que "no ha sido el mejor candidato para los intereses de España un señor tan cuestionado. Y pese a haber sido aprobado será controlado por el vicepresidente primero, el socialista holandés Timmernans, ante la falta de confianza hacia él". Por el "colegueo" de Rajoy con Cañete España "ha perdido la oportunidad de haber tenido una vicepresidencia de peso al nombrar una mujer como pedía Juncker". Para Cabezón, "el PSOE ha votado coherentemente con un no rotundo por sus intereses y su política contra las renovables". Con todo, la votación en el seno del grupo socialdemócrata ha sido "muy difícil", opina la sevillana. "Practicamente todo el grupo rechazaba a Cañete pero se ha votado a favor ante la presión de ver peligrar el compromiso de un paquete de inversiones en Europa ante el chantaje de dejar caer a Moscovici".

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