La línea de investigación sobre los restos óseos -una mano y un radio-, aparecidos el jueves en el paraje de la finca El Chaparral, en Santa Olalla del Cala, se centra en la hipótesis que pertenecen a un ser humano y, en concreto, a una mujer. Pese a todo, no se ha determinado claramente que se trate de una mano o posiblemente de un pie.

Según fuentes oficiales, los huesos fueron analizados en primera instancia en Sevilla, aunque posteriormente los trasladaron hasta las instalaciones del Instituto Anatómico Forense de Madrid, donde se realizarán diversas pruebas para determinar en primer lugar si corresponden finalmente a una mujer, como todo parece indicar, y así descartar que no son de un animal, y después intentar determinar la identidad de la persona a la que pertenecen.

Los restos fueron encontrados el jueves entre las siete y media y las ocho de la mañana por un hombre, al parecer, el dueño de la finca, quien los recogió y los llevó directamente al cuartel de la Guardia Civil de Santa Olalla. Este vecino se encontraba buscando gurumelos, al ser esta zona del término municipal que se une con Zufre rica en esta seta. Los restos óseos, que se asemejan a una mano humana o incluso a un pie, aparecieron con todos los dedos excepto el meñique.

El alcalde de Santa Olalla, Antonio Plaza, ha confirmado que en la actualidad no existe ni en la localidad ni en la zona ninguna persona desaparecida oficialmente. De ahí que los restos, en el caso supuesto de ser humanos, podrían pertenecer a alguien de fuera.

A los de la mano se sumaron ayer otros que, según fuentes de la investigación, corresponderían al mismo cuerpo (humano o animal) que se hallaron en la finca colindante a El Chaparral denominada La Ramona, aunque sin determinar en qué paraje de la finca, la Ramona Alta o la Baja, fueron encontrados. Estos huesos serán enviados igualmente a Madrid para que les sea practicado su correspondiente análisis.

La finca El Chaparral se encuentra a escasos tres kilómetros de Santa Olalla, una zona de muchas dehesas y fincas de gran superficie con presencia, en algunos casos, de ganado vacuno, principalmente. El acceso es por la A-630, antigua carretera Ruta de la Plata, y tiene a pocos metros la autovía del mismo nombre. De hecho, ambas vías separan en algunos tramos las dos fincas donde han aparecido los restos, en el margen izquierdo de la calzada en sentido hacia Sevilla.

Ayer la zona se encontraba totalmente vigilada por la Guardia Civil, que controlaba los dos caminos principales de acceso y a las personas que entraban en los mismos. A la entrada de uno de ellos se indica la prohibición de paso al ser una propiedad privada.

La ciudadanía serrana mantiene la confusión ante la incógnita de los resultados de los restos óseos encontrados. Sin embargo, no existe alarma social como ha indicado el alcalde, quien en todo momento ha estado en contacto con diversas fuerzas del orden y Subdelegación del Gobierno.

El trabajo de investigación se encuentra en manos ahora mismo de la Policía Judicial que mantiene en silencio los posibles resultados. El Juzgado de Aracena ha confirmado que no se ha abierto diligencia alguna al respecto.