Andalucía

La ex jefa de la Alhambra niega conocer el fraude de la venta de entradas

  • Mar Villafranca contradice a los porteros acusados por las presuntas irregularidades en el acceso al monumento.

La ex directora del Patronato de la Alhambra y el Generalife, María del Mar Villafranca, aseguró que el sistema de compensación de entradas entre grupos "no estaba permitido" en la normativa del monumento. En su declaración en el juicio del caso Alhambra, garantizó que la institución que presidía "ni lo conocía ni se toleraba", y negó que un billete colectivo pudiera utilizarse para diferentes grupos.

Sus palabras provocaron algunas sonrisas de incredulidad entre los acusados, que son en su mayoría trabajadores del monumento, pues en su mayoría se aferraron a ese supuesto sistema de compensación para justificar posibles desfases entre el número de visitantes que entraban y el establecido en el billete de grupo.

Villafranca llegó al puesto en junio de 2004, en el ecuador del período en el que se sitúa el presunto fraude en el control de accesos y venta de entradas al monumento, que abarca de 2002 a 2005. De hecho, fue bajo su mandato cuando el Patronato de la Alhambra se personó en la causa como acusación particular, estando representado por el letrado de la Junta, que defiende sus intereses.

La denuncia que dio lugar al caso fue formulada estando ella al frente del Patronato y después de que, como reconoció, Pilar A.B. -la dueña de WIT Travel, una de las dos agencias implicadas- mantuviera una reunión con ella y otros responsables de la Alhambra en las oficinas de la Policía Autonómica, que fue laque investigó los hechos. A ese encuentro acudió también el esposo de Pilar A.B., Juan C.J., contra el que se retiraron los cargos el primer día, y que es el hermano del guía Francisco C.J., dueño de Daraxatour y principal acusado. Aparte de esa denuncia, el patronato fue, como admitió, incorporando otros "informes-denuncia".

La ex directora, que abrió la ronda de testifícales, precisó que en 2005, desde el puesto de responsabilidad que ocupaba, observó que "el turismo de Granada crecía mientras que los datos de venta de entradas estaba disminuyendo", especialmente de grupos. Además, se percató de que había "muchas aglomeraciones" de turistas por las mañanas en los accesos a los palacios, mientras que por las tardes no. Ante ello, su primera idea fue que el banco que se encargaba de la venta anticipada de entradas no estaba empleando un buen sistema de márketing. Se encargó entonces una auditoría, que detectó que los datos de la aplicación de reserva de entradas podían ser "manipulables". Por ello, el Patronato reclamó al BBVA "un sistema más garantista".

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