Sevilla

El fin de las mascarillas no se generaliza en Sevilla por ahora

  • La mayoría de los ciudadanos prefieren seguir usándola por prevención y prudencia hasta ver cómo evolucionan los casos

  • Los que se la quitan señalan el efecto liberador que tiene

Ambiente por la Avenida de la Constitución, unos con mascarilla y otros no.

Ambiente por la Avenida de la Constitución, unos con mascarilla y otros no. / José Ángel García

Por razones de prevención y prudencia, la mayor parte de los ciudadanos de Sevilla seguía este sábado con la mascarilla puesta sin el menor interés en abonarse al fin de la obligación de llevarla en los espacios públicos en el centro, Nervión, Triana y muchos otros barrios. "No pienso quitármela hasta que considere que puedo estar tranquilo porque hay mucha gente que hace lo que le da la gana, pero no me parece que quien quiera quitársela sea un imprudente", expresaba con absoluta franqueza Manuel, jubilado de 63 años, mientras leía el periódico en un banco de la Alameda. 

También la ministra María Jesús Montero apareció por la Alameda sin mascarilla, en línea con la recomendación del Gobierno de Pedro Sánchez para espacios exteriores

Paco, de 59 años, y Ana, de 57, ella con las dos vacunas y él con una aún, exponían precisamente que preferían dejarse puesto el tapabocas para evitar contagios y que no tienen prisa por quitársela. Muy cerca, una mujer de 52 años subrayaba que no le molesta llevarla, que se ha acostumbrado a ella y que prefiere prevenir y ver cómo evoluciona todo antes de dejar de usarla.

En el extremo opuesto, Víctor y María, un matrimonio de jóvenes treintañeros que paseaban sin mascarillas con su perrito, estaban deseando retirarse el tapabocas. Lo pasaron fatal por el coronavirus en enero de 2020 tras una luna de miel. "Nos hemos quitado la mascarilla hoy que se podía. Lo pasamos muy mal cuando cogimos el covid de luna de miel. No tengo miedo desde que superamos el virus. Siento que no voy a volver a cogerlo", relata recordando con amargura los síntomas de no poder respirar.

Ana y Paco, matrimonio de 57 y 59 años, prefieren llevar mascarilla. Ana y Paco, matrimonio de 57 y 59 años, prefieren llevar mascarilla.

Ana y Paco, matrimonio de 57 y 59 años, prefieren llevar mascarilla. / José Ángel García

"Por seguridad preferimos llevarlas. Poco a poco, no tenemos prisa"

José Luis, trabajador de 51 años vacunado de las dos, tampoco llevaba puesta la mascarilla por “coherencia” con las indicaciones de las autoridades que ha ido cumpliendo desde el inicio de la pandemia. “Hay que ser consciente, no exagerar”, señalaba.

Lidia, trabajadora de 26 años sin tapabocas, expresaba su liberación. “Estaba deseando quitármela. No me ha traído nada bueno: erupciones en la piel y respirar mi propio CO2”, expresa.

Víctor y María, un matrimonio de treintañeros, no la llevan. A su lado, su mascota Tango. Víctor y María, un matrimonio de treintañeros, no la llevan.  A su lado, su mascota Tango.

Víctor y María, un matrimonio de treintañeros, no la llevan. A su lado, su mascota Tango. / José Ángel García

"Nos quitamos la mascarila porque lo pasamos muy mal con el covid. No hay miedo"

También la ministra María Jesús Montero apareció por la Alameda sin mascarilla, en línea con la recomendación del Gobierno de Pedro Sánchez para espacios exteriores.

Algunos turistas llevaban mascarillas y otros no. En la Avenida, en pleno casco monumental, antes de las doce de la mañana abundaban más los que iban con la boca y nariz sin tapar.  

La alerta que sigue existiendo con las variantes del coronavirus, sobre todo la llamada Delta (de la India), hace que no pocos ciudadanos prefieran aguantar más días con la mascarilla hasta ver cómo evoluciona la situación y que no haya que lamentar más contagios por este motivo. El presidente del Gobierno andaluz prefiere que los ciudadanos sigan usando mascarilla ante el alto índice de contagios y con la amenaza de la variante delta, que ha provocado un repunte de casos en Reino Unido.

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