El presidente de la Asociación Raza Ovina Lojeña del Poniente Granadino, Juan Antonio Moreno Cobo, pasa una semana cuidando su rebaño en la sierra de Loja (Granada) y otra viajando de feria en feria. En los últimos tiempos ha conseguido introducir el cordero ecológico lojeño en el mercado marroquí y francés. Desde 2007 preside la Asociación de la Raza Ovina Lojeña, una variedad autóctona en peligro de extinción que se localiza en las provincias de Granada, Almería y Málaga.

Su proyecto más inmediato es el etiquetado del cordero como producto bajo en índice de carbono. Mientras trabaja en ello, ultima los detalles de un nuevo pedido en Tetuán y ya explora nuevos mercados como Uzbekistán.

Cuenta que los ganaderos de la Sierra andan estos días satisfechos con las primeras lluvias del otoño. "Han venido muy bien para el campo, los pastos y han aliviado las altas temperaturas del estío". Además comenta que las cabañuelas auguran este año agrícola poca lluvia, no obstante, "Lo importante es que llueva cuando haga falta".

Después de tantos años bregando con el ganado y en la sierra, tiene claro que la ganadería es un sector con futuro. "Necesitamos el apoyo de la Administración para que los jóvenes continúen este oficio".

La asociación tiene todas sus miras puestas en la sala de despiece de cordero ecológico, la primera de Andalucía. Próximamente abrirá sus puertas y con ella nuevas oportunidades para un sector que mira al futuro.

Iniciativas no le faltan a la Asociación. Este verano, a través de Cruz Roja, una decena de inmigrantes procedentes de Senegal, Ghana, Marruecos, Argentina, Guinea Francesa y Ecuador se han formado en labores de pastoreo y cuidado de la oveja lojeña y han iniciado la recuperación del patrimonio de esta cultura ovina.

Las principales características que diferencian a la Ovino Lojeña de otras razas son morfotípicas, explica el presidente de la asociación. A esto hay que añadir que son animales que se crían en régimen extensivo y en ecológico. Además, el hábitat natural de este ganado son las sierras de Loja, un macizo montañoso con unas peculiaridades muy singulares en cuanto a altura, relieve, flora o climatología, entre otros.

La zona de producción de la raza se encuentra en un 80% circunscrita a un ecosistema denominado Sierras de Loja bordeado por cuatro pueblos: Loja, Alhama de Granada, Zafarraya y Salar, que son donde se asienta el núcleo fuerte tanto de población de ganado como número de socios del colectivo que forma esta asociación.

Además de esta ubicación principal existen otros ecosistemas cercanos y de las mismas características ambientales como son Sierra de Parapanda (Íllora), Sierras de Villanueva del Trabuco (Málaga) y Sierras de María (Almería), donde también residen algunos núcleos de población de esta raza y de ganaderos que pertenecen a la asociación.

Actualmente el organismo integra a unos 50 ganaderos y criadores con una cabaña de unas 45.000 cabezas de ganado de las cuales 12.000 están inscritas en el Libro Genealógico de la Raza Ovina Lojeña. La asociación se constituyó en diciembre de 2007 con el objetivo de recuperar y mejorar genéticamente esta raza y comercializar el cordero lojeño ecológico. En definitiva, el fin de este colectivo es el reconocimiento y puesta en valor de la raza, del territorio rural así como el propio colectivo de ganaderos y criadores involucrados.

El requisito indispensable para formar parte de la Raza Ovina Lojeña es inscribirse en la Asociación y someterse de forma responsable a todas las actuaciones que conlleva el proceso de recuperación y mejora genética de la raza bajo la dirección de la Secretaría Técnica Veterinaria que regula y controla todo el proceso. De forma paralela, se debe inscribir en la producción ecológica bajo la tutela y control de una certificadora, en nuestro caso Ecovalia.

En cuanto a la comercialización, los ganaderos y criadores han creado una cooperativa, Covecol, para la venta de ovino ecológico lojeño de sierra y su posterior distribución en los canales apropiados. La crisis "Como a cualquier otro sector nos afecta y mucho. El consumidor, en estos momentos, no valora tanto la calidad por lo que el sector se resiente de forma muy notable", explica Moreno. Junto al aumento en los precios del cereal, al sector ganadero le preocupa especialmente el relevo generacional.

"Es importante que los jóvenes vean la ganadería como una profesión atractiva y de futuro, para ello es fundamental que la Administración apoye decididamente este sector. Estamos intentando paliar esta situación con la apertura de nuevos caminos desde el esfuerzo y trabajo en común de los asociados".