Entrevista al gerente de Agrosap

Salvador Correa: “La agricultura de precisión es una realidad en Andalucía”

  • El ingeniero agrónomo reclama iniciativas públicas contundentes de apoyo a la tecnificación porque las explotaciones carecen de los fondos necesarios

Salvador Correa en las instalaciones de Agrosap.

Salvador Correa en las instalaciones de Agrosap.

La agricultura de precisión no es el futuro del sector primario; es el presente, como asegura con firmeza el gerente de Agrosap en esta entrevista. La empresa lleva 10 años diseñando proyectos de innovación, investigación y digitalización agraria y ha participado en proyectos de innovación agroalimentaria a nivel europeo como el Proyecto RHEA de robótica cooperativa.

–¿Es la agricultura de precisión una realidad en Andalucía? ¿Hasta qué nivel?

–Sí, la agricultura de precisión es una realidad en Andalucía, no es algo del futuro sino parte de nuestro día a día. Esto es así no solo en Andalucía, sino en toda España, con algunas diferencias entre comunidades autónomas por el grado de implantación y la velocidad de ésta.

–¿Qué sector tiene más retraso en la incorporación de nuevas tecnologías?

–Dentro del propio sector agrario, lógicamente las pequeñas explotaciones de cereales en secano y los cultivos leñosos marginales, son los que incorporan menos tecnología o los que más lentamente avanzan en su implantación.

–¿Tiene la robótica aún margen de crecimiento y desarrollo en el sector agroalimentario?

–En la última década se ha hablado mucho de la conveniencia de introducir la automatización y robótica en el campo, al igual que se ha hecho en otros sectores productivos. Pero existen fundamentalmente dos razones que explican las diferencias entre el escenario industrial y el agrícola: primero el entorno de actuación de un robot agrícola no puede estar totalmente estructurado. Y en segundo lugar en campo el producto sobre el que se actúa, como es el conjunto mala hierba, cultivo y suelo es el que está fijo y por tanto es el robot el que tiene que moverse de modo seguro, con el agravante de que el entorno es semiconocido y rápidamente cambiante. Por ello estas dificultades ralentizan la sustitución de agricultores, trabajadores del campo o técnicos, por máquinas. Pero tenemos que estar preparados para que poco a poco los robots vayan incorporándose al sector, en primer lugar, con modelos de pago por servicio que no dejen fuera a agricultores pequeños o modestos.

–¿Qué es el proyecto RHEA?

–El proyecto RHEA (Robot Fleets Highly Effective Agriculture and Forestry Management), supuso un antes y un después en nuestra compañía, que nos permitió entrar de lleno en el mundo de la robótica agrícola. Fue un proyecto financiado por la Comisión Europea a través del Séptimo Programa Marco, con una duración de 4 años, y liderado por España. En él colaboraron investigadores y empresas tecnológicas de diseño y fabricación de maquinaria y equipamiento agrícola procedentes de 8 países. En el ámbito del proyecto RHEA se desarrolló una flota de tractores completamente autónomos para la realización de tareas específicas en tres ámbitos de actuación: cultivos de cereal, maíz y olivar. Para cada uno de los ámbitos fue diseñado, construido y evaluado un apero inteligente, que permitía realizar sin intervención humana labores muy precisas. Este proyecto fue toda una inspiración y empuje para el sector agrícola en cuanto a la automatización de tractores y maquinaria dedicada al control de la mala hierba. La flota estaba formada por tres tractores autónomos que disponían de sensores e instrumentación que junto a un sistema de navegación RTK-GNSS (Global Navigation Satellite System), permitían la ejecución de las trayectorias para realizar la operación agrícola de forma óptima y sin intervención de ningún operario.

Montaje de uno de los drones. Montaje de uno de los drones.

Montaje de uno de los drones.

–Agrosap también ofrecen servicios de drones ¿qué es lo que más se demanda?

–Sí, la empresa tiene una división especializada en UAVs: Dronsap, y a través de ella ofrecemos servicios de drones a nuestro clientes, como una herramienta complementaria y de carácter agronómico. Lo más habitual es realizar trabajos con cámara multiespectral para obtener índices de vigor y poder valorar como va evolucionando el cultivo a lo largo de su ciclo de vida. Aunque también, cada vez realizamos más estudios con cámara térmica, que nos permite determinar problemas en los cultivos debidos a riegos, plagas o enfermedades. Todos ellos con un posterior análisis agronómico. Estos vuelos se suelen aplicar en superficies de cultivo no muy grandes, complementando así los servicios de imágenes satélite.

–Un sector como el agroganadero ¿dispone de capital suficiente para invertir en tecnología?

–Depende mucho de la zona, el tipo de cultivo y su valor económico, pero en líneas generales no se dispone de capital suficiente para invertir en tecnología. La mayoría de las inversiones se siguen realizando con fondos propios, por lo que se hace muy necesario iniciativas públicas contundentes de apoyo a la tecnificación de las explotaciones agrícolas. Invertir en tecnología debe ser algo prioritario, pues de esta forma se consiguen mejores rendimientos y beneficios, logrando explotaciones más eficientes, más competitivas y más sostenibles. Además, es una manera de abrir una puerta de entrada hacia el sector a las generaciones más jóvenes, estimulando así su regeneración. Por tanto, las administraciones deberían contribuir con financiación, bajo planes ordenados y eficaces que ayuden al sector.

–En cuanto al 34º Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones organizado por el Banco Santander y Ametic. ¿Qué esperan del evento?

–Agrosap participará en el evento “Farm-to-fork: Integración digital de la red agroalimentaria”, colaborando como empresa patrocinadora en la organización del encuentro #santander34 con el objetivo de promover el conocimiento y el uso de las nuevas tecnologías en la agricultura. Con nuestra participación en este tipo de eventos queremos seguir creando y formando en el ámbito de la digitalización de la cadena agroalimentaria, desde la toma de datos y la robotización a pie campo, hasta el análisis de la información y la toma de decisiones de cara al consumidor.

Tomate para industria

–Acaban de lanzar un nuevo monitor de rendimiento para cosechadoras de tomate para industria ¿Qué aporta?

–Pues con la fabricación de este sistema lo que intentamos es cubrir una necesidad en la recolección de un cultivo tan importante para Andalucía y Extremadura como es el tomate. Con la aplicación de esta tecnología podemos obtener datos de rendimiento del cultivo en tiempo real y georeferenciados. Lo que nos permite no solo conocer la cantidad de cosecha, sino la variabilidad por zonas. De esta forma tenemos un dato valiosísimo para mejorar la gestión de la explotación agrícola, pues podemos visualizar donde se logran mayores o menores rendimientos, y por tanto podemos analizar las causas y actuar en consecuencia.

–¿Qué otras novedades tienen a disposición del sector?

–Actualmente disponemos de otras soluciones interesantes que están teniendo buena aceptación en el sector. Por ejemplo, disponemos de un sistema propio para la gestión de flotas agrícolas. Es una herramienta cloud que permite conocer todos los datos en tiempo real del trabajo que está realizando la maquinaría agrícola, así como su diagnóstico interno. También nos da la posibilidad de establecer alarmas, permitiéndonos sacar informes completos de trabajo por parcela o finca. Esta aplicación nos ayuda a mejorar notablemente la gestión de la explotación y tener un mayor control de nuestra empresa. Y por otro lado, también disponemos de un sistema hardware propio para la automatización de abonadoras, que permite poder hacer aplicaciones selectivas de insumos, en función de las necesidades. Además, con esta herramienta podemos aplicar abonos usando mapas de tratamiento variable creados previamente.

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