Cultivos

La fruta tropical, al ritmo caribeño de las administraciones

  • La producción de aguacates, chirimoyas y mangos está en peligro por la falta de agua. La salinización de los pozos dificulta regar mientras la presa de Rules se usa sólo para el windsurf.

Chirimoya, aguacate y mango son las frutas tropicales que se producen en las costas de Granada y Málaga. Son muy rentables y dan mucha mano de obra. Europa compra todo lo que se produce y más que hubiera. Lo tienen todo para ser cultivos en crecimiento excepto una cosa: agua.

Ahora se riegan con agua de pozos -con un coste muy alto- pero es una alternativa que se acaba porque la progresiva escasez de lluvias ha hecho que los pozos se salinicen cada vez con más frecuencia. La solución está en la presa de Rules que lleva 12 años construida pero sin conducciones ni para abastecimiento humano ni para riego. Es una enorme piscina "que disfrutan sólo los windsurfistas", como dicen los agricultores.

Las administraciones -tanto estatal, unas veces en manos del PP y otras del PSOE, como autonómica, siempre del PSOE- han sido incapaces de rematar esta obra faraónica, que costó 270 millones de euros, de forma que pueda dar el servicio para el que se construyó.

Juan Pablo Camacho, miembro de la ejecutiva de COAG Granada y vocal de la Asociación Española de Subtropicales, explica que los cultivos subtropicales, que en Andalucía se concentran en Granada y Málaga, tienen un problema que se agrava de año en año: la falta de agua para riego. El asunto es que, "quizás debido al cambio climático, cada vez hace más calor y llueve menos, por lo que los pozos con los que han venido regando -a muy alto coste pues han de elevar el agua- no se recargan con las lluvias y se salinizan, lo que hace imposible el riego". Así, explica que "ya no es cuestión de dinero, de que te cueste más o menos regar, de que tengas que pedir un crédito al banco: es que no se puede". El problema es tal que este año han hecho turnos para regar, pues si riegan todos a la vez se salinizan inmediatamente los pozos, y han estado regando cada 51 días. Resultado de ello, junto a las condiciones climáticas de este verano y este otoño, de mucho calor y poca humedad, es que se espera una cosecha que será como mucho, según este agricultor, de "un tercio de la del año pasado: poca producción y poco tamaño aunque la fruta sea de calidad".

La chirimoya, el aguacate y el mango son las frutas subtropicales que se cultivan en España casi exclusivamente en esta zona de Andalucía, aunque de aguacate también se produce algo en Canarias. Todos ellos son frutos muy valorados internacionalmente y que se exportan a Europa casi en su totalidad con la excepción de la chirimoya que se queda en el mercado nacional. Juan Camacho asegura que con la actual producción "nos quedamos muy lejos de poder abastecer el mercado europeo", por lo que "es una excelente opción de negocio en la industria agroalimentaria española si hubiera condiciones, es decir agua, para mantener su cultivo y aumentarlo significativamente". En este sentido, el representante de COAG dice estar seguro de que con agua a disposición de los agricultores se aumentarían los cultivos "que -repite- son muy rentables" y ello no sólo generaría riqueza en la zona sino muchos empleos, 10.000 según calcula, de los cuales 6.000 serían fijos. De hecho, se estima que las hectáreas regables en la zona, con las conducciones de Rules terminadas se podrían elevar hasta en 6.000 hectáreas más.

Enrique Colilles, director general de Trops, una SAT (Sociedad Agraria de Transformación) que agrupa a 2.300 agricultores -casi el 50% del total de la zona- y que comercializa el 60% del mango y el 40% del aguacate de toda España (29.000.000 de kilos y un volumen de negocio de 70 millones de euros), es aún más optimista que Camacho sobre las perspectivas que daría el agua a estos cultivos: "Se duplicaría la producción -que ahora es de 200 millones de euros- y se crearían entre 10.000 y 15.000 puestos de trabajo indefinidos".

El tema de la presa de Rules embalsando agua para luego tirarla lo considera "inaudito" y añade que este tipo de actuaciones son las que "explican el paro que hay en España". Y pone otro ejemplo: "En la zona del Guadiaro se tiran todos los años unos 700 hectómetros cúbicos al mar; nosotros tan sólo con 50 de ellos podríamos duplicar esta industria y asegurar la producción que hay y que está en riesgo".

Ahora los agricultores vuelven a tener algo de esperanza en que esas conducciones se comiencen a construir de una vez por todas ya que hay un compromiso del Ministerio y de la sociedad estatal Acuamed de volver a iniciar la redacción del proyecto, aunque temen que las promesas sean electorales y caigan en el olvido como ha pasado ya otras veces. Lo cierto es que el Ministerio, Acuamed y los regantes del Guadalfeo sí han suscrito el protocolo de intenciones y ahora falta que la Junta de Andalucía, que tiene las competencias en esta cuenca hidrográfica, se sume al mismo.

Como dice Enrique Colilles, no se puede entender lo que pasa con Rules y con otras infraestructuras hidráulicas en esta zona cuando además "son obras que no tienen por qué ser a costa del Estado ya que hay una industria rentable que puede pagarlas y está dispuesta a ello".

Y es que la historia de Rules es rocambolesca. Basta recordar que en 2008 ya se firmó un protocolo similar al de ahora entre la entonces ministra socialista Cristina Narbona y la consejera andaluza Fuensanta Coves para la realización de las conducciones. Es más, cuando se cedieron a la Junta de Andalucía las competencias de la cuenca, junto a ellas vino una partida de 80 millones de euros para lo mismo pero ese dinero, que llegó a las arcas de la Junta, no se empleó en ello a pesar de que -según afirma Juan Camacho- "era de fondos europeos y finalista". En definitiva, ahora el Gobierno se ha comprometido a aportar cuatro millones para volver a redactar el proyecto -pese a que en su día estuvo redactado- y el consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que ha visitado la zona recientemente, también se mostró favorable a impulsar la obra.

Y, mientras tanto, los agricultores de Málaga y Granada se las ven y se las desean para administrar un agua escasa -con un riego tecnificado al 100%- y conseguir, a pesar de ello, exportar las mejores frutas tropicales, según dice Colilles, que asegura que en Europa nuestra fruta, tanto el aguacate como el mango, se valora con un 20% más de precio respecto a otras, pues tienen garantía de sabor y calidad. Esta garantía viene de varios factores: primero la cercanía, que permite que la fruta llegue en pocos días; y segundo, la tecnología de la cooperativa Trops, que permite clasificarla sin tocarla pero detectando cualquier defecto incluso en su interior, y servir sólo la que está en perfectas condiciones.

Y es que Trops, la gran cooperativa de la zona -con 36 años de vida- ha aprovechado bien las oportunidades de la planta que estrenó hace tres años y que le ha permitido triplicar el negocio de forma que ahora mismo hay una plantilla de 183 personas, el 90% fijas, ya que han evitado la temporalidad, importando -cuando aquí no hay fruta- la de otros lugares y sirviéndosela a Europa en nuevos formatos ya cortada, envasada, etc., con lo que logran mayor valor añadido -hasta el 40%- y trabajo ininterrumpido todo el año.

En cuanto a las producciones de tropicales, actualmente España es el primer productor de chirimoyas a nivel mundial, con una superficie plantada de unas 3.300 hectáreas, principalmente en la costa de Granada, en los municipios de Almuñécar, Jete, Motril, Otívar y Salobreña, y algo más, casi testimonial, en la de Málaga. El año pasado la producción fue de unas 50.000 toneladas. El cultivo de la chirimoya genera mucha mano de obra -unos 315.000 jornales al año, según datos de la Asociación Española de Subtropicales- porque entre otras razones la campaña de la chirimoya se alarga durante nueve meses, concretamente desde agosto hasta abril del siguiente año. "Estas campañas largas -explica Camacho- se han conseguido gracias a técnicas de laboreo como superpodas, polinización artificial, etc".

Por lo que se refiere al aguacate es actualmente el cultivo subtropical con mayor superficie cultivada, unas 11.000 hectáreas aproximadamente y con una producción de entre 60.000 y 80.000 toneladas. Málaga es líder en superficie cultivada, seguida de Granada. Fuera de Andalucía hay una producción pequeña en Valencia y Canarias. Según dice Juan Camacho, el cultivo del aguacate tiene más necesidades hídricas que la chirimoya, "por lo que aún es más complicado de producir en la costa granadina por las carencias que venimos denunciado de agua".

La recolección del aguacate -cuyo cultivo genera más de un millón de jornales al año- se realiza desde el mes de octubre hasta el de abril.

El mango es otro fruto subtropical "que cada día está ganando más terreno", según Camacho. Concretamente, "ya se aproxima a las 4.500 las hectáreas plantadas". La comarca líder en producción es la Axarquía malagueña, pero con un aumento considerable de superficie plantada en la costa de Granada, pese a los problemas hídricos. La pasada cosecha rozó las 20.000 toneladas. El periodo de recolección, según las variedades, va desde septiembre a noviembre y su cultivo genera unos 270.000 jornales al año.

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