Regadío

Los arroceros de la Marisma urgen la modernización del riego

  • Aseguran que supondría un ahorro de entre 50 y 100 hectómetros cúbicos

Cargando el arroz en una avioneta para su traslado.

Cargando el arroz en una avioneta para su traslado.

La modernización del riego del arroz en la marisma del Guadalquivir supondría un ahorro de entre 50 y 100 Hm3. Las cifras avalan las peticiones para que se acometa la modernización del riego en la marisma sevillana, desde hace años reclamada por los arroceros que, “como colectivo, estaremos dispuestos para afrontar los desafíos y sacrificios que sean necesarios para tal fin”, afirma el presidente de la Junta Central de Regantes de la Margen Derecha del Guadalquivir, Antonio Félix Olivares.

Recuerda que la zona arrocera lleva cuarenta años queriendo modernizarse, antes desde la Federación Arrocera y ahora en colaboración con las dos Juntas Centrales de Regantes, márgenes izquierda y derecha. “Todos los regantes arroceros -afirma- deseamos que se inicien lo antes posible, estas obras de modernización, con lo que se ahorrarían entre 50 y 100 Hm3 según el llenado, y al regar por gravedad, la energía eléctrica no tendría coste alguno”.

Olivares alude a la Carta Europea del Agua que el Consejo de Europa promulgó en 1968 y recalca que el agua es vital y sin ella peligra la actividad humana. Explica que “la escasez de agua que venimos padeciendo desde hace varios años pone en grave peligro las Marismas del Guadalquivir y todo su entorno, su flora y su fauna, con el cangrejo y las aves acuáticas, y por supuesto, el cultivo del arroz, el cual, es de categoría extra, gracias a la producción integrada”.

Es una realidad que el pueblo de Isla Mayor vive básicamente del arroz y del cangrejo, actividades que dan empleo al 80% de su población. Y también las localidades aledañas de Coria, Puebla, Aznalcázar, Los Palacios, Lebrija o San Juan de Aznalfarache tienen una economía estrechamente relacionada con el cultivo del arroz.

El presidente de la Junta Central de Regantes de la Margen Derecha del Guadalquivir subraya que esta actividad económica favorece la fijación de la población rural y que la zona arrocera de Sevilla tiene varias cooperativas, con el buque insignia de Arrozúa, que emplea a un importante volumen de mano de obra estable en el municipio de Isla Mayor, desde donde se distribuye este arroz a España y al extranjero.

Puesta de sol en el arrozal. Puesta de sol en el arrozal.

Puesta de sol en el arrozal.

En la zona juega un papel fundamental “Arrocerías Herba”, industria emblemática a nivel mundial, con una tecnología pionera en el sector y creadora de múltiples puestos de trabajo en la Marisma y en el Aljarafe Sevillano. Y alrededor del sector arrocero existen una serie de empresas auxiliares que también redundan en potenciar la economía de la zona con la fabricación y reparación de maquinarias, prestación de servicios agrícolas a tractores o avionetas, fertilizantes y herbicidas, entre otras actividades.

Además, hay cinco cooperativas de cangrejos que depuran, manufacturan y exportan a toda Europa, Estados Unidos, China y otros tantos países del mundo, con una facturación en torno a veinte millones de euros.

Conservar Doñana

Y junto al factor económico, Antonio Félix Olivares advierte que la zona arrocera “actúa como un peculiar restaurante de cuatro tenedores, abierto todo el año para las aves del Parque de Doñana; tanto es así que el conservador del Parque tiene manifestado en repetidas ocasiones que si la zona arrocera no existiera habría que inventarla”.

Explica que todo el año hay aves en la zona arrocera, pero la gran concentración de éstas tiene lugar en la fecha de la recolección, pues vienen a alimentarse del rastrojo del arroz y pueden verse en la zona a miles de cigüeñas, flamencos, gaviotas o moritos que acuden a diario en esa época. “Invito a todo el que quiera disfrutar de una jornada, viendo y fotografiando aves -agrega- a que nos haga una visita en los meses de septiembre, octubre y noviembre”.

Arrozales de la Marisma de Sevilla. Arrozales de la Marisma de Sevilla.

Arrozales de la Marisma de Sevilla.

Sin agua nada de esto es posible; no hay vida. Y más aún en nuestra zona, que vive exclusivamente del agua, sería catastrófico no poder cultivar nuestras tierras por las razones expuestas”, señala Olivares.

El representante de los arroceros urge a la Administración “porque somos conscientes de que debemos poner el máximo empeño, entre todos para lograr modernizar el riego del cultivo del arroz, a la mayor brevedad”.

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