La Voz Invitada

Miguel López (COAG Andalucía): Una PAC justa para Andalucía

Protestas de agricultores y ganaderos contra la PAC.

Protestas de agricultores y ganaderos contra la PAC.

EL sector agrario andaluz perdió más de 900 millones de euros con el ministro de Agricultura Arias Cañete, lo que fue un auténtico varapalo para los agricultores y ganaderos andaluces y, ahora, según el Plan Estratégico de la reforma del nuevo marco, que ha presentado el actual ministro del ramo Luis Planas, volvemos a perder. Llueve sobre mojado y esto ya es insostenible.

Planas nos quiere hacer la misma faena que Cañete. Se pone de espaldas a Andalucía y está dispuesto a venderla como Judas. ¿A quién? A los mercados financieros. Así de duro y así de claro. Por lo menos es lo que se deduce de la propuesta de Plan Estratégico que el Ministerio presentó el 21 de octubre en la Conferencia Sectorial de Agricultura.

Entendemos que el papel del ministro es complicado por la diversidad de agriculturas que hay en nuestro país, por la obligación de atender a las exigencias de Bruselas en relación a las medidas medioambientales y por la presión de intereses de una y otra comunidad autónoma.

Pero también entendemos que Planas tiene en su mano la posibilidad de ser más aséptico a la hora de establecer las nuevas normas que regirán la política agraria los próximos años teniendo como premisa fundamental que el nuevo Plan Estratégico no perjudique a nadie. Que no haya ganadores ni perdedores, no tiene por qué haberlos, sin poner en peligro así al tejido productivo, que ya demasiado tenemos con soportar la presión de la subida de costes y los precios de ruina.

Esto es sencillo de solucionar, queremos el presupuesto que nos corresponde por derecho propio y que ninguna comarca tenga que perder dinero. Ya hemos aceptado los recortes planteados por Bruselas en concepto de disciplina presupuestaria. Aceptamos también que se pongan en marcha las medidas ambientales, que se nutren del 23% de lo que se conocía como Pago Verde de la ficha financiera de agricultores y ganaderos. Pero, y ésta es la clave para que el Plan Estratégico no sea un arma de destrucción masiva de agricultores y ganaderos, estas medidas deberían aplicarse en función a la región productiva, que ya hemos aceptado que sean 20 en vez de 50 como hasta ahora. Es decir, cada región debe compensar la medida que se ha de aplicar en el ecoesquema, por lo tanto, ese presupuesto retornaría para que no perdieran de manera injusta agricultores y ganaderos, reconociéndose así la diversidad productiva de nuestro país.

Se evitaría de esta manera la especulación presupuestaria y fijaría el presupuesto al territorio, contemplando la diversidad productiva y apostando por el modelo social y profesional de agricultura. De no ser así, se deslocalizan los fondos presupuestarios para llevarlos a un marco de especulación, estando entonces en juego la alimentación.

Por una PAC justa

Así, si el Ministerio quiere hacer un Plan Estratégico para no hacer daño al sistema productivo, lo lógico es dejar la financiación del ecoesquema en función de las regiones. Ésta es la solución y es la manera de no perjudicar a otras comunidades, es lo más justo, que cada uno reciba por lo que aporta y para que cubra el lucro cesante. Lo que estamos pidiendo desde el sector agrario andaluz es que la PAC sea justa. El problema se ha generado en el inicio del planteamiento de la propuesta que, erróneamente, ha generado expectativas económicas que benefician a unos más que a otros.

Hay que decir también que la excusa para no negociar no pueden ser los reglamentos comunitarios, ni las comunidades autónomas. Esto es falso. Porque es el Gobierno de España el que tiene la responsabilidad de organizar la economía del país. Si no ganamos todos, no debe perder nadie. No vale imponer mecanismos que destruyan el tejido productivo. El ministro no se puede entregar a los intereses políticos de las comunidades autónomas. Esta reforma se tiene que hacer en base al tejido productivo.

La realidad es que hay que abrir un marco de actuación para ir adaptando nuestra agricultura al proceso de convergencia que pide Bruselas. Hasta ahí bien, pero se pueden hacer las cosas mejor, de manera negociada, sin dar la espalda a Andalucía. Hay que tener en cuenta que una parte muy importante del presupuesto para la PAC en España es fruto del trabajo de los agricultores y los ganaderos andaluces y que el sector agrario andaluz es demasiado potente y está tan arraigado que es un motor socioeconómico fundamental para la región, que está en la periferia de Europa, que tiene uno de los mayores índices de desempleo de la Unión Europea, y es un sector estratégico, no sólo por la producción de alimentos. Tenemos un modelo sostenible y social que distribuye riqueza, que genera empleo, gestiona territorio y fija población. Y lo tenemos a costa del esfuerzo y la fatiga de los agricultores y ganaderos que nos precedieron. Hoy nuestra agricultura es social y profesional como consecuencia de la sangre, sudor y lágrimas de muchos andaluces. Y esto no lo podemos olvidar.

El papel de Andalucía

Tenemos la esperanza de que Luis Planas esté dispuesto a negociar y reconducir la situación, ligando el presupuesto al territorio y a no hacer daño a nadie. Si no, se avecinan curvas peligrosas para nuestro sector y para toda Andalucía, ya que además de la pérdida económica para la gran mayoría de los agricultores y ganaderos andaluces, se abrirá la puerta de las ayudas a los mercados financieros, que ya están poniendo el ojo en las tierras y en el mercado de la alimentación, poniéndose también en peligro la calidad y la seguridad alimentaria, aparte de cargarse de un plumazo nuestro modelo social y profesional de agricultura.Por todo lo dicho, le rogamos al ministro Planas que se siente a negociar y que no haga daño ni sector agrario andaluz ni al de ninguna otra región de España de una manera innecesaria. Creemos que hay motivos de peso para que en esta ocasión, y con voluntad política, Andalucía no vuelva a perder como en tiempos pasados.

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