Miguel López. Secretario general de Coag Andalucía

"En la PAC se deja estar hasta al último de la especulación del ladrillo"

  • Sigue siendo todo un carácter que afirma que los países mediterráneos no pintan nada en la UE y augura un "pucherazo" en las elecciones agrarias

-¿Qué balance hace del acuerdo de la PAC, a falta de cerrar los flecos?

-Se puede decir que la PAC es un despropósito por incrementar la superficie elegible de la manera que se ha hecho con terrenos no productivos, por no hablar de una actividad mínima de verdad ya que cualquier actividad debe ir ligada al empleo y la productividad, y más en los tiempos que corren. Esta reforma ha venido a desmantelar muestro sistema productivo ahondando la línea de la reforma anterior. Hay dos países como Alemania y Francia que tienen la sartén por el mango en cultivos continentales como leche y azúcar. Los países mediterráneos contamos poco, casi nada. Hemos conseguido esquivar el gran golpe que era la propuesta inicial de la Comisión, pero desgraciadamente se quedan sectores fuera: vino, frutas y hortalizas, los que están ligados al mercado. Es triste que haya profesionales que se hayan quedado fuera.

-Sin embargo muchos consideran que no hemos salido mal parados y en Andalucía hubo bastante consenso.

-Si al final la PAC se quiere tomar como un instrumento para contentar a todo el mundo, estaremos haciendo fracasar el sistema productivo y perderemos opciones en el mercado comunitario, que es básicamente es donde nos movemos. En esta reforma se ha discutido básicamente del tema de las ayudas, que ya el Parlamento Europeo llama sólo apoyos. Hemos modificado los conceptos de manera definitiva. Lo que antes era un complemento de precio ligado a producción ahora son apoyos y el que no estaba antes ahora puede estar, sin definirse un modelo profesional imprescindible. Se deja que esté hasta el último que llegó de la especulación del ladrillo. Debemos pensar en qué tipo de agricultura tenemos y no se deben tomar decisiones para salir del impasse coyuntural, sino que debe tener una visión de futuro. En ese sentido, la agricultura y ganadería de nuestro país es un sector productivo que debemos mantener porque no sólo es bueno para la economía sino que aporta empleo y es positivo para el mantenimiento del territorio.

-Se ha perdido la oportunidad de regular mercados a través de la PAC como se planteaba antes de empezar las negociaciones?

-Evidentemente. Creo que vamos caminando hacia la perdición. Los mercados machacan los precios al productor y favorecen la especulación agroalimentaria en favor básicamente de la industria y la distribución, quedándose con todos los beneficios. Si no se ordena la cadena alimentaria y se limitan los acuerdos con países terceros y el dumping económico, medioambiental o social resulta un elemento fundamental para ver qué tipo de ejemplo estamos dando. Si tenemos una política de calidad y seguridad alimentaria a nivel interno y lo que viene de fuera está hecho con otro modelo productivo que no tiene nada que ver con el nuestro no se está pensando en la salud de los consumidores europeos sino en cómo frenar la producción en Europa. Esto interesa sobre todo a países que tienen intereses en terceros países y están entregando la agricultura europea, concretamente la mediterránea. En un país como el nuestro habría que preguntarse si podemos renunciar a nuestra producción agraria.

-¿Cree que en un libre mercado y en una Unión Europea con la correlación política actual puede darse la regulación de mercados que COAG reclama?

-Si me conformara ante eso... Frente a ese modelo está el de una agricultura profesional. Y ahí opinamos como el Papa Francisco, este sistema mata personas y se carga el planeta.

-Pero quedan muchas cosas pendientes de acordar en España.

-Sí, por ejemplo la definición de agricultor activo y la actividad mínima para percibir ayudas. Ahora es el momento de definir lo que es profesional y lo que no y sólo incluir a los que reciben una buena parte de sus ingresos de la agricultura, al menos un 25% de ellos. Por lo demás, hay que dejar de pagar a esas empresas o estructuras como aeropuertos o campos de golf porque restan recursos al sector agrario. Otra batalla que se abrirá con Madrid cuando se convoque la conferencia sectorial será el de las ayudas acopladas, previstas para producciones que necesitan apoyo. Y lo que está claro es que Andalucía no debe permitir que 250 millones de euros sean utilizados por el Gobierno para deslocalizar fondos de una comunidad a otra, sino que vayan destinados a la ganadería o los frutos secos y respetar el reparto lo mismo que debe suceder con los fondos de desarrollo rural.

-¿Y sobre el capping, el tope de ayudas a cobrar?

-Lo que no podemos compartir es que se les bajen los límites a muchas multinacionales, eso viene a ser una ayuda a la especulación.

-Usted es muy crítico sobre las elecciones en el campo que prepara el Ministerio.

-Las elecciones son un capricho del ministro Cañete, que no para de repetir que quiere acabar con el corralito de la representación agraria, como él dice. . Exigimos que se cumpla la ley electoral, pero tal y como se está planteando no hay garantías sobre los censos, eso de votar en las delegaciones del Gobierno es como volver a los gobiernos civiles. Hay cuestiones sin respuesta como quién va a custodiar las urnas en 15 día de votación abierta. No parece que haya muchas garantías democráticas y todo eso es para una consulta para decidir la composición de un Consejo Asesor, unos representantes que figurarán a título de Expertos. Al final da la sensación de que se prepara un pucherazo para favorecer organizaciones agrarias amarillas y perjudicar a otras a través de un proceso electoral caciquil.

-¿Podría producirse un acercamiento entre COAG y UPA para afrontar las elecciones o incluso ir más lejos después?

-No lo descarto, es una posibilidad. Mientras se puedan acercar posiciones para hacer frente a estos procesos especulativos que hunden nuestros precios, siempre será mejor unir fuerzas.

-¿Ve al ministro Arias Cañete como futuro comisario de Agricultura, como comenta el sector?

-No creo que en Bruselas quieran dar la responsabilidad de Agricultura a un español. Y además estoy convencido de que prefieren gente más gris para ser comisario.

-¿Y con la nueva consejera hay entendimiento?

-En contra de lo que otros dicen yo apoyo la decisión de dividir la consejería y separar Agricultura de Medio Ambiente. Eso facilita mucho las gestiones, y nosotros necesitamos muchas agilidad en los trámites. Por lo demás de momento hemos tenido algunas reuniones.

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