La presidenta del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa), dependiente de la Consejería de Agricultura, Carmen Ortiz, ha señalado producciones como el caqui, el níspero o el granado como "alternativas para mejorar la competitividad del sector agrario andaluz", especialmente en la provincia de Huelva.

Durante su intervención en la inauguración de una jornada profesional sobre nuevas técnicas de cultivo y material vegetal en frutales, Ortiz precisó que el futuro pasa por "la diversificación de la producción de frutas hacia otras especies con menor presencia en España".

En este sentido, añadió que el caqui y el granado son claros ejemplos de tipos de frutales con diferentes requerimientos climáticos y necesidades de agua, que pueden ser alternativas interesantes para diferentes zonas productoras andaluzas, incorporando materias primas a la industria agroalimentaria transformadora para el desarrollo de nuevos productos y satisfacer así nuevos mercados.

Por ello, la presidenta de Ifapa informa de que en la programación científico-tecnológica de este organismo, único dedicado a la investigación de la Junta de Andalucía, se incluirán las acciones destinadas a la innovación con estos productos y una nueva línea de trabajo para la diversificación, sin descuidar otras como las ya en marcha sobre cítricos y frutales de hueso.

Ortiz ha añadido en este encuentro, que ha albergado a más de un centenar de profesionales, que se necesitan nuevas tecnologías y conocimientos de cultivo que permitan mejorar las explotaciones, ya que la situación actual del mercado de los principales grupos de frutales no es la idónea como consecuencia del exceso de oferta mundial.

En las jornadas en las que intervino la presidenta del Ifapa Ernesto Machaconses, técnico especialista, fue el encargado de hablar sobre el caqui, y Julián Bartual del Instituto Valenciano de Investigación Agrícola (IVA) sobre el granado.

En opinión de los técnicos, Huelva cuenta con unas condiciones climáticas favorables para ambos lo que, a priori, augura unas producciones interesantes, en términos de rentabilidad.

Machaconses relató que los países que son grandes productores, como China, Corea y parte de EEUU, prácticamente destinan su producción al autoabastecimiento por lo que se considera que hay margen para competir en los mercados. En estos momentos España encuentra en Israel su competidor más serio.

España ha disparado la producción de caqui en una década, sobre todo en la Comunidad Valenciana, pasando de 1.500 hectáreas en el año 2000 a unas 13.000, en la actualidad. La media de producción se sitúa en unas 150.000 anuales.

Entre la multitud de variedades que existen, en la actualidad, destacan las cualidades del caqui rojo brillante como las que más se ajustan a los gustos de los consumidores, que reclaman una fruta dulce y de color vivo.

En estos momentos, el 99% del producto se destina al consumo en duro, entre otras cuestiones porque la industria de transformación es muy escasa, lo que significa que el 20-30% de la producción que no sirve para la venta en fresco tiene que desecharse, algo que supone un problema aún no resuelto.

En lo que respecta al cultivo del granado, una de las principales ventajas es que cada vez son más apreciados sus frutos por los beneficios para la salud que se están divulgando por especialistas en nutrición, explicaba Julián Bartual. Como en el caqui, son los países asiáticos los grandes productores: China, India e Irán.

Para España el competidor directo es Turquía, aunque Italia y Grecia empiezan a animarse con la producción. A nivel nacional, la producción se sitúa en una media de 63.000 toneladas, frente a las 45.000 que había hace apenas unos años. El gran potencial del granado, según Bartual es la producción ecológica de la que apenas existen 100 hectáreas en España.