La cosecha se ha adelantado tras el último golpe de calor y con la recolección de los trigos ya en marcha -con más de un 15% recogido- se confirma lo que se temía: los rendimientos serán bastante más bajos de lo habitual. En concreto, para los trigos duros se estima una media por hectárea de cómo mucho 2.500 kilos y para los blandos de unos 3.000.

Según los datos que maneja José Vázquez, experto de Asaja Sevilla, el último golpe de calor ha afectado sobre todo a los trigos que se sembraron más tarde pero "en general los rendimientos están siendo bajos en todas partes, sobre todo por la escasez de lluvias de primavera que se ha agravado con el calor de mayo".

Como ejemplo, Vázquez cita datos de comarcas como Osuna o Carmona, donde lo que se viene recolectando indica rendimientos de 2.000 kilos o menos en trigos duros. Las previsiones que maneja Asaja actualmente son de una media de 2.500 kilos por hectárea en los trigos duros y de 3.000 en los blandos, por lo que con la superficie sembrada, Andalucía se iría a una producción total de unas 550.000 toneladas, cuando lo normal es una producción de entre 750.000 u 800.000 toneladas y en años buenos de hasta un millón. Por ejemplo, según este experto, el año pasado -"que fue un año malo"- hubo una producción de 610.000 "y este año estaremos bastante por debajo".

A nivel nacional, el año pasado se obtuvieron 19 millones de toneladas de cereales -trigo, cebada, maíz, etc.- "cuando lo normal es entre 23 y 24 millones de toneladas, pero este año no se van a alcanzar ni siquiera los 19 millones". En definitiva, contra los pronósticos de hace unos meses, la cosecha va a ser corta. Y en concreto, la de trigo duro, estará en total a nivel nacional sólo en unas 750.000 toneladas, suficiente para el abastecimiento interno pero poco más. En cuanto a los trigos blandos, que resisten mejor las malas condiciones, Vázquez calcula que en Andalucía, donde no se siembra mucha superficie, habrá unas 500.000 toneladas y a nivel nacional unos cinco millones.

Como ejemplo de lo que está pasando a nivel nacional, en Extremadura las organizaciones agrarias también han advertido que lo que se prometía como una buena cosecha de cereales para esta campaña, hace unas semanas, al final se va a convertir en regular tirando a baja. De hecho, el sector extremeño cifra en un 20% menos la producción. En Aragón, fuentes de Uaga también calculan una reducción de la cosecha de cereal muy importante: la cifran en un 50 % debido a los inesperados calores de mayo. De hecho, según esta fuente, los productores de cereal en Aragón ya están haciendo partes de siniestros por sequía a Agroseguro.

En cualquier caso, en Andalucía, estos malos rendimientos se compensan algo con la buena calidad que están mostrando los granos de trigo duro, que se comportan bien en los análisis tanto en vitrosidad como en proteínas.

En cuanto a precios, lo cierto es que aunque el trigo andaluz, por su precocidad, se debería de beneficiar de un mejor precio, pero ahora mismo no está siendo así. Según Vázquez, "está pasando lo que pasa todos los años, que conforme empieza la cosecha bajan los precios". En concreto, dice que el trigo duro estaba hace poco entre los 310 y los 315 euros y ahora está entre los 250 y los 255 y los blandos entre 175 y 179 euros por tonelada. Vázquez denuncia que "aunque siempre se está diciendo lo importante que es la calidad, luego vemos que en las lonjas un buen grano vale casi igual que las calidades inferiores".

En cualquier caso, según los expertos, los precios deberían tender al alza -si la especulación lo permite- pues no hay motivo para que bajen ya que en los países del Este, de dónde procede el cereal importado por España para pienso, las últimas cosechas no están siendo buenas y en Francia ha bajado la superficie dedicada a cereal para aumentar la de pastos; además la equivalencia euro-dólar es ventajosa.