El local que acogió desde principios de este siglo a la Sala Barabass en la calle Muñoz Arenillas volverá a reabrir este año como discoteca, después de un tiempo cerrado y de haber tenido varios nombres y gestores diferentes al primitivo, Raúl Cueto, que lo puso en marcha en diciembre del año 2001.

El Grupo Momart, donde son socios varios empresarios hosteleros como Manuel Abril, siendo el principal accionista Paco Toro, ha adquirido el local que abrirá sus puertas bajo el nombre de Ozzio y en el que se realizará una inversión de casi medio millón de euros. Será una intervención integral del espacio, incluida nueva insonorización acorde con las últimas tecnologías de aislamiento de ruido.

Los socios de este proyecto pretenden así revitalizar la zona del Paseo Marítimo, ofertando un lugar donde continuar la diversión cuando se produce el cierre de las terrazas. Quieren aprovechar la presencia del nuevo hotel Cádiz Bahía en la esquina de la misma calle y la apertura de establecimientos gastronómicos a la espalda, en el Paseo Marítimo en los bajos del citado hotel, completando así la oferta de ocio ya existente.

Se trata de una apuesta de calidad, enfocada a un público de 25-30 años en adelante sin tener que trasladarse a la Punta de San Felipe para poder tomar la última copa. Los empresarios que forman el Grupo Momart gestionan además, entre otros locales, la discoteca Babylonia en el Paseo Marítimo, en la que quieren también intervenir con una destacada reforma después de la apertura de Ozzio, para no dejar esa zona de extramuros sin oferta discotequera.

La apertura de Ozzio coincidirá este año con la de la sala de fiestas NU en la calle Nueva -y conectada con la avenida 4 de Diciembre de 1977-, a cargo de Raúl Cueto, del Grupo Arsenio, junto a otros socios. De esta manera se reforzará la oferta de baile y copas tanto en extramuros como en el centro de la ciudad.