Videojuegos

'Ingress', un videojuego a pie de calle

  • El título, creado por Google, propone recorrer las ciudades a la búsqueda de pistas ocultas con la ayuda de una aplicación para el teléfono móvil.

Las propuestas de futuro en la industria del videojuego están más cerca de lo que esperamos. Iniciativas como las gafas de realidad virtual Oculus Rift y Project Morpheus, al igual que los dispositivos de control de movimiento en las videoconsolas clásicas, son un claro ejemplo de cómo el entretenimiento digital comienza a moverse por territorios cada vez más complejos. Las experiencias que ofrece el hobby favorito de millones de personas en todo el mundo no son precisamente escasas, pero las propuestas más completas dibujan una nueva escena para desarrollar el ocio.

Ingress es una de las primeras aportaciones de Google al videojuego. La aplicación creada por John Hanke, uno de los responsables de Google Maps, fue lanzada en 2012 en formato beta y mezcla a la perfección una historia inspirada en facciones con la necesidad de mirar a nuestro alrededor bajo una nueva perspectiva. La premisa es muy sencilla, tanto que ha logrado cautivar a millones de personas en una intensa y constante guerra que varía su vencedor a cada instante. Iluminados y Resistencia se disputan una nueva energía llamada Materia Exótica. Esta fuente de poder espera oculta a la mirada de los incautos en cualquier rincón de nuestras ciudades, y es objetivo del jugador descubrirla y protegerla del bando contrario… ¡con un teléfono móvil!

Evolución, ética y una extraña fuerza desconocida

Más de ocho millones de descargas desde su lanzamiento avalan el éxito de la aplicación de Niantic Labs, estudio desarrollador de Ingress, cuyo contenido va actualizándose periódicamente para ofrecer nuevas experiencias de juego. La fórmula ofrece una visión digital de la realidad donde el jugador debe escoger un bando -Iluminados o Resistencia- para comenzar a disputar la energía oculta a nuestro alrededor.

Los Iluminados abogan por la utilización de la Materia Exótica para llevar a la humanidad hacia una nueva etapa evolutiva, mientras que la Resistencia, más cauta, intenta evitar que este nuevo poder caiga en las manos equivocadas.

Para controlar el flujo de energía los jugadores deben hackear una serie de portales distribuidos por las ciudades. Así que es imprescindible salir de casa para comenzar a jugar, ya que la energía se esconde alrededor de los monumentos más característicos de cada lugar. La Sagrada Familia, el Parque del Retiro o la Casa de las Conchas en Salamanca son emplazamientos de lucha, pero esta energía no se esconde únicamente en los lugares más emblemáticos de nuestras urbes, también en cada avenida, calle o fuente se puede esconder un portal de acceso a esta energía.

La aplicación utiliza geolocalización y un mapa dimensional al estilo Google Maps donde se señalan los portales y se ofrece un pequeño tutorial que sirve para comprender los aspectos básicos del juego, pues existen algunas reglas para llevar a cabo nuestra empresa. Hackear es la clave, pero la cooperación es imprescindible. Y aquí entran en juego las funciones sociales de las facciones.

El componente social es tan amplio que ha llevado a Google a recrear una batalla virtual por diferentes ciudades en tiempo real. Durante un evento celebrado hace unos días en Barcelona, la aplicación llevó a más de 1.200 usuarios de todos los rincones del mundo hasta la Ciudad Condal, colapsando el Parque de la Ciutadella y sus alrededores en una intensa batalla por el control de la energía de la zona. A ojos de aquellos que no conocen el juego el encuentro pudo resultar un tanto extraño. Aunque para los soldados de la Materia Exótica fue una auténtica batalla campal.

Próxima parada: Google Glass

Hablamos con Anne Beuttenmüller, responsable de Ingress en Europa y miembro de la Resistencia, para conocer más detalles de la aplicación. En primer lugar, Beuttenmüller explica la visión de John Hanke y su interés en que los jugadores vivan aventuras fuera de casa, a pie, sin necesidad de estar conectados a una videoconsola o a una televisión. Además, Ingress cuenta con una herramienta para crear misiones entre jugadores, algo que lleva al jugador de un lugar a otro para resolver puzles y conocer un poco más de la zona. Para esto se debe contestar correctamente a las preguntas de corte histórico que se plantean. Así obtendremos una nueva pista -puntos de jugador- que sirve para conquistar nuevas áreas urbanas.

Las misiones del videojuego siempre dependen de nuestra localización. Por ejemplo, en Barcelona existen decenas de misiones creadas por la desarrolladora que nos llevarán a diferentes lugares separados por kilómetros que hay que cubrir en un tiempo determinado. Ocurre exactamente igual en los más de 200 países en los que el videojuego está disponible, llevando el campo de batalla hasta las zonas más inhóspitas del planeta.

Beuttenmüller avanza que el videojuego se actualizará para dar soporte a los relojes inteligentes el próximo año, mostrando notificaciones de portales cercanos y añadiendo algunas funciones para hacer la experiencia más natural. El siguiente paso lógico, según la responsable del programa en Europa es integrar el proyecto en Google Glass, las gafas de realidad aumentada de Google.

La guerra por la materia no se detiene

En este preciso momento, la Resistencia ha tomado cierta ventaja frente a los Iluminados, pero esto puede cambiar. Tal como detallan los jugadores y la responsable del proyecto, el horizonte de la guerra va cambiando constantemente sin un vencedor claro. Tampoco se conoce a ciencia cierta si esta guerra tendrá un final o cuál es el verdadero poder de la Materia Exótica, de manera que lo único que podemos hacer para cambiar el rumbo de los acontecimientos es adherirnos a un bando para luchar por el control de la Materia.

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