Verano

Un rinconcito para descansar y explorar

roche

Si bien es cierto que Roche nació como una especie de poblado, ahora se trata de un lugar que ha cambiado mucho desde sus orígenes, experimentando una intensa modificación tanto en su estructura como en su población.

Hoy Roche es conocido por ser un destino turístico gracias a todas las personas que se acercan a él en busca de sus extensas playas, de sus calas y de sus rutas.

Es por ello que su extensión ha aumentado, naciendo numerosas instalaciones hoteleras, restaurantes y diversas urbanizaciones para los habitantes de Roche y para todos los que van a visitarla.

Roche es un lugar idóneo para descansar en sus tranquilas playas y calas. Desafortunadamente, las construcciones le están restando cada vez más terreno pero la característica calma que invade la zona sigue presente. Hay que tener en cuenta que por ser un paraje pensado para desconectar con todo y poder relajarse, sus calas no cuentan con los famosos chiringuitos y bares.

Las vistas de los acantilados son impresionantes y si se contempla durante una puesta de sol, la experiencia es única.

Una vez que se han repuesto las fuerzas, uno no debería de irse de Roche sin recorrer la ruta existente desde el faro hasta el hotel Calas de Conil. También es posible realizar dicha ruta en sentido inverso, desde el hotel hasta el faro.

La longitud de la ruta es de 1.5 kilómetros aproximadamente y su duración es de una hora ida y vuelta, tratándose todo el tiempo de un recorrido lineal. El trayecto transcurre siempre por caminos llanos y la distancia es corta, por lo que no se hace pesado recorrerlo a pie. Si se decide hacer la ruta en verano, hay que tener en cuenta que no hay puntos de agua durante todo el recorrido por lo que es recomendable ir equipado para no deshidratarse y escoger una hora en la que el sol no esté demasiado fuerte, evitando las horas más peligrosas. En cuanto al calzado, lo recomendable es utilizar zapatillas de deporte o botas.

Toda la ruta es muy fácil de recorrer, apta para todos los niveles. Si se decide salir desde el hotel, lo que hay que hacer es bordear la línea de costa y el acantilado, contemplando así el paraje de las calas de Conil. Una vez concluida la visita de sus calas, se llega ya al faro de Roche , que ofrece una espectacular vista de la costa de Conil y de su puerto. Así es como concluye la primera parte del itinerario, ya sólo queda regresar tras los pasos realizados anteriormente y volver al punto de partida, en este caso, el hotel.

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