Verano

La fortaleza que vigila la comarca de La Janda

vejer de la frontera

Playas paradisíacas, parques naturales y numerosos monumentos históricos. Vejer de la Frontera es una de las localidades más completas y con mayor atractivo turístico de la provincia de Cádiz.

Los primeros indicios de asentamientos se remontan al paleolítico, aunque fue a partir de siglo X, con la ocupación musulmana, cuando comienzan a quedar en la localidad profundas huellas que permanecerán hasta nuestros días. En aquel entonces, Vejer era un territorio muy deseado, por el que musulmanes y cristianos se ensalzaron en diversas batallas.

Como es habitual, de la época romana se conservan construcciones como la Villa de Libreros y el Horno del Chorrillo. También se han encontrado restos que apuntan a que la zona estuvo muy poblada por gentes que dedicaban su vida a la agricultura y la industria de las salazones.

La piedra está presente por toda la villa. El recinto amurallado del pueblo se construyó alrededor de la Edad Media y se extiende a lo largo de dos kilómetros. Está compuesto por unas llamativas y robustas almenas, cuatro puertas y tres torres.

Sin duda la marca más característica del paisaje vejeriego es el inmenso castillo ubicado en lo más alto del recinto amurallado. Aunque la fortaleza, declarada Monumento nacional en 1931, fue construida entre los siglos X y XI por los musulmanes, su buen estado de conservación lo distingue de otras edificaciones similares. Sobre su planta rectangular se alzan unas altas torres vigía desde las que puede apreciarse el hermoso entorno de Vejer. La entrada principal está enmarcada en un arco de herradura a través del cual se accede al patio principal y al patio de armas, estancias siempre presentes en los edificios de carácter defensivo.

Otro de los atractivos más característicos de la localidad son los molinos de viento de San Miguel. Estas estructuras fueron levantadas en la zona más alta de la localidad a partir 1930, gracias al Duque de Medina Sidonia. De esta forma se aprovechaba el fuerte viento del lugar para la producción de harina. Aún hoy se puede conocer el proceso de fabricación visitando el interior de los molinos de San Miguel.

Visitar Vejer coincidiendo con la celebración de alguna de sus fiestas supone una doble diversión. Una de las más populares es la fiesta del Toro Embolao, durante la que se sueltan dos toros que recorren las calles de la localidad.

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