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El Ventilador _LEO DE LA FLOR

“Los discos, tal y como los conocemos hoy, están condenados a perderse”

  • “Creo que hay de todo. Hay buena música, mala y regular. Hay grandes genios pero tienes que buscarlos, claro”

Canciones en el agua es el título del disco recopilatorio del ingeniero y productor de Jerez, Leo de la Rosa. Un cd que combina las bases electro-chill, la bossa, el pop y el dance. Una mezcla fresquita para estos días de calor. El álbum se presenta en formato de cd audio, pero contienes diferentes extras, como una pista para ordenador con las letras de las canciones y la colección completa de las fotografías que ilustran el trabajo, obra de Catt Berry.

—¿Por qué este título, ‘Canciones en el agua’?

—Básicamente porque todas ser refieren al agua, a la playa, al veranito. Está todo muy acuático, muy ambientado en la estación que estamos. El disco es una colección de canciones que han ido saliendo en otros álbumes. Al final lo que he hecho ha sido recuperar todo ese material, remezclarlo y actualizarlo para que encajen bien con las nuevas modas y tendencias.

—¿Alguna debilidad?

—Será amor de padre, pero yo te diría que me gustan todas.

—El disco tiene unos extras muy interesantes. ¿Cree que es la clave para que la gente compre los discos originales?

—Yo creo que el disco, tal y como lo conocemos hoy, están destinados a perderse. Por muchas camisetas que se regalen, yo pienso que es como el que se dedicaba al negocio del carbón y le inventaron la electricidad. Se acabó y se acabó. Así que de igual manera que todavía queda algún vinilo para coleccionistas, la gente seguirá coleccionando cds. Pero vamos, que la tendencia tira para internet, par la memoria ram. Los pocos discos que se venden son por el fetiche y por tener la foto del artista, la camiseta, pero se va a perder. Como elemento se consumo se va a perder porque nadie va a seguir gastándose 20 euros en un disco.

—Siempre he querido preguntarle a un ingeniero de sonido qué razón obsesiva hay para poner la música en los conciertos de verano a toda pastilla.

—Yo he estado escuchando a los Rolling Stones en directo y me he tenido que quitar de delante porque era insoportable. Un concierto con trescientos mil vatios de sonido no hay quien lo aguante. En el punto medio está el acierto. Todos los excesos son malos. Tienes que conseguir un sonido agradable, que puedas escuchar todos los instrumentos sin necesidad de atronar al personal.

—La canción del verano ha muerto. Descanse en paz.

—Hace tiempo que murió. Son muchas las canciones del verano ya. Se dispersan. Estamos en un punto en el que no tenemos tiempo de buscar esas canciones. Todo se mueve en internet.

—Eso es un pelotazo. Se gana dinero a espuertas, quiero decir...

—Claro. Nada más que en derechos de autor, imagínate. Si consigues sacar para el veranito cuarenta o cincuenta galas, pues mira qué bien. Yo no saco canciones demasiado comerciales. De todas formas no es tan fácil sacar una canción del verano como parece. A parte, se tienen que dar una serie de circunstancias. Eso de sacar canciones como rosquillas pensando que vas a ser siempre el número uno no puede ser.

—Volviendo al disco ‘Canciones de agua’, usted ha encontrado en las fotografías de Catt Berry, una fuente de inspiración. ¿Qué tienen sus imágenes para que le gusten tanto?

—Son muy sugerentes. Aparte del trabajo técnico, que es genial, me parece que todas aportan algo al título de la canción. Hay dobles imágenes que son una cosa u otra según si lo miras del derecho o del revés. Están muy bien. Después, en el disco se pueden ver las fotografías completas, porque en el disco sólo sale una parte.

—Leo, ¿cómo es la música que se hace hoy en España?

—Creo que hay de todo. Hay música buena, mala y regular. Hay grandes genios, pero tienes que buscarlos, claro. Lo malo es que los medios de comunicación lo que ofrecen es lo más comercial, que no es necesariamente lo mejor. Lo bueno siempre se mueve por circuitos alternativos, nadie lo diría pero es así. Sin ir más lejos, mi hermano Julio tiene una discografía muy extensa, pero tienes que preocuparte de buscarla.

—¿Se puede escuchar la misma música en verano que en invierno?

—Yo por lo menos siempre escucho la misma, sea invierno o verano. Los medios quizá ofrezcan cosas un poco diferentes, pero volvemos a lo de antes, los medios buscan lo comercial,

—¿Esto frustra al que busca música de calidad?

—La música buena nunca va a entrar en el circuito comercial. Yo creo que la misma palabra, por definición, la excluye de ése sitio. O sea, para que la música buena sea comercial, el público tendría que ser muy culto, y la mayoría de la gente no dispone de esa cultura musical. Sería como intentar hacer comercial la música clásica. Yo entiendo que está difícil.

—Vamos que esa música de la que hablamos no va a aparecer en las emisoras comerciales al uso.

—Desde luego que no. Ni en los 40 Principales ni en Canal Fiesta. Eso es seguro.

—Por su estudio de grabación habrá pasado de todo. ¿Es usted sincero cuando alguien no le gusta?

—Yo les pregunto: ¿quieres que te diga la verdad? Y a algunos, que han querido que sea sincero, no he tenido más remedio que decirles que lo suyo con la música es lo mismo que lo mío con el fútbol. Más sinceridad, imposible.

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