"Como todo el mundo sabe, de Cádiz es muy fácil salir, pero no tan fácil entrar", Francisco González Cabaña bromeaba así sobre el retraso de La Mari, atrapada en un atasco camino de la convocatoria.

El presidente de Diputación, en compañía del alcalde de Barbate, Rafael Quirós, y del cantante Antonio Carmona, presentaba ayer la segunda edición del concierto Barbate Natural. Una iniciativa que la entidad provincial desea "contribuir a consolidar", ya que intenta transformar la estampa que suele percibirse de la localidad "a través de algo tan sencillo y hermoso como es la música".

Para el alcalde barbateño, la idea forma parte de todo un proceso de "cambio de imagen" encaminado a reforzar la autoestima de los propios barbateños, "que siempre ven que Barbate sólo es digno de mención en temas de inmigración o relacionados con tráfico de drogas".

Las páginas de sucesos pasan por alto, entre otras muchas realidades, el entorno en el que se encuentra el municipio -con el Parque Natural de Las Breñas, las marismas del río Barbate o playas como Yerbabuena o la de Zahara de los Atunes-. Precisamente, el concierto de agosto surgió como un intento de reconducir con éxito un problema añejo: el de las acampadas ilegales en la playa Yerbabuena, que se repetían estacionalmente en una situación de asumida permisividad.

"Ante algo así -afirmó el alcalde barbateño-, se podían hacer dos cosas: mirar hacia otro lado o tratar de actuar, más allá de la prohibición efectiva, buscando y ofreciendo alguna alternativa. Y qué mejor opción que hacerlo a través de la cultura y, en este caso, de la música".

Si en la anterior convocatoria habían sido Raimundo Amador y Maíta Vende Cá los nombres protagonistas del cartel, este año "se ha dado un salto cuantitativo y cualitivo -comentó Quirós- con la presencia de Antonio Carmona y Chambao. Una actuación que está programada, además, para la noche del 14 de agosto, justo antes del puente, con lo que queremos incidir en la práctica de un turismo sostenible".