La novillera Sandra Moscoso abrió la puerta grande en el tradicional festejo que cada año celebra la barriada sanroqueña de San Enrique de Guadiaro. La jerezana cortó las dos orejas del segundo de la tarde, después de un trasteo con pasajes por ambos pitones, con muletazos templados. Pero en el segundo de su lote estuvo mejor, dejó buenos pasajes por ambos pitones y dejó claro que merece otro trato por parte de las empresas. La pena fue que la espada esta vez no estuvo acertada y perdió otras dos orejas.

Hugo Iglesias paseó la oreja del último de la tarde, un novillo que tuvo genio y con mucho que torear. Iglesias estuvo bien y por encima. Lo mejor la gran estocada. Ya la podía haber recetado en el tercero, cuajó una buena faena y la espada le privó de las dos orejas. Una pena.

El algecireño Salvador Barberán reaparecía después de su grave percance de Valencia. Apenas se le notó. Estuvo muy firme en su lote. Se le vio en un nivel bueno, sobre todo templado a los novillos y en las series al natural. El mal uso de la espada le privó de abrir la puerta grande.

La novillada de Manolo González estuvo bien presentada de un juego desigual, aunque hubo novillos nobles que se dejaron. La plaza tuvo media entrada.