Los novilleros Alejandro Marcos y Luis David Adame cortaron una oreja cada uno en el festejo celebrado ayer en la plaza de toros de Santander -cuarta de la Feria de Santiago-. Con más de media entrada se lidió un encierro de José Cruz, desigual de presentación y hechuras. Alejandro Marcos, oreja y ovación. Luis David Adame, ovación y oreja. Rafael González, ovación y ovación tras aviso. Al término del paseíllo, se guardó un minuto de silencio en homenaje a Francisco Cano Canito, fallecido este martes.

Luis David Adame realizó una faena interesante al quinto, un ejemplar basto de hechuras y de escasa casta. A su altura, sin obligarle, Adame lo llevó con limpieza y solidez sobre ambas manos. Aunque la estocada no fue buena, paseó una oreja. Ante su primero, descastadito y sin celo, Adame toreó con exquisita templanza con el capote. Con la franela consiguió emocionar al final de su faena y se tiró a matar por derecho.

Alejandro Marcos compuso bien y logró varios naturales notables en la faena al novillo que abrió plaza, que se fue apagando. El novillero salmantino mostró sus ganas de torear bien y tiró de recursos cuando su oponente se vino a menos. Tras una buena estocada, paseó una oreja. No tuvo suerte Marcos con el cuarto, un novillo muy bien presentado, con hechuras de toro, que se movió a su aire en los primeros tercios y fue deslucido en la muleta.

Rafael González se enfrentó a un astado sin poder en los primeros tercios. Trató de torearlo despacio, consiguiendo dos series buenas sobre la mano derecha. Ante el manso que cerró plaza, el peor de la novillada, se entregó con gran actitud, pero no pudo sacar provecho ante un novillo deslucido. En el epílogo fue cogido en un derrote, aunque afortunadamente no cayó herido.