Toros

Gran nivel de Tendero en su debut y otro estirón de Pinar

  • Ambos novilleros albacetenses cortaron una oreja, rozando el primero de ellos la Puerta Grande · José Ramón García 'Chechu' fue silenciado en su lote

En el quinto festejo de San Isidro, primera novillada del abono, impresionaron por su entrega y buena concepción del toreo Rubén Pinar y Miguel Tendero, quienes cortaron cada uno una oreja, entre tanto José Ramón García Chechu dio una pobre imagen. Y lo más importante, esperanza ante estas dos promesas de Albacete, con un público que los midió sin contemplaciones y que se divirtió gracias, en buena lid, a una novillada de Montealto, de desiguales hechuras, pero bien presentada en su conjunto y que dio buen juego.

Lo más llamativo fue la sorpresa del albancetense Miguel Tendero, que impactó en la monumental madrileña en su presentación. Es un torero que busca y tiene calidad. En la Maestranza sevillana debutará el próximo 8 de junio. Realizó una espléndida faena por ambos pitones a su manejable primero. Con la derecha hubo temple y con la zurda supo también mover bien el engaño en muletazos largos. Mató de estocada y hubo petición de oreja. Una solicitud que estuvo ahí, al límite; difícil de discernir y que denegó el presidente. Miguel Tendero rozó la Puerta Grande.

Con el sexto, el mejor del encierro, Miguel Tendero se lució en verónicas a pies juntos. Con la muleta, el albacetense bordó el toreo al natural. Lo hizo en varias series. En una de ellas ligó tres muletazos templadísimos. En otra, movió muy bien la tela y remató con un soberbio pase de pecho. Y en una tercera mandó en el novillo y bajó tanto la mano que arrastró literalmente la muleta. Con la derecha, su nivel fue también notable. A ello hay que unir un comienzo primoroso por bajo, con limpieza y muletazos muy largos y templados y excelentes detalles artísticos como trincherillas. Tendero mató de una gran estocada y le concedieron un trofeo. Una auténtica oreja de ley.

Rubén Pinar, que triunfó el pasado 4 de mayo en Sevilla, y que cortó una oreja en Madrid el 13 de abril, dio ayer otro estirón en Las Ventas, consiguiendo un trofeo en una actuación de nota. En la plaza madrileña sorprendió en su día en su presentación como novillero sin picadores y ayer dio una medida de novillero ambicioso y con cualidades para alcanzar el éxito también como matador de toros. Si con la capa anduvo con buen aire a la verónica y en una media, con la muleta estuvo seguro y firme con el mansote segundo, que tuvo como buena condición la movilidad. En los medios dibujó buenos muletazos en una tanda con la diestra, aguantando una paradita del novillo. Otra de las tandas por ese lado, de nota, estuvo rematada por un notable pase de pecho. Por el izquierdo también tiró bien del novillo. Estuvo certero con la espada y fue premiado con toda justicia con una oreja.

Ante el quinto, un novillo que tenía mucho que torear, Pinar volvió a demostrar su ambición. No se reservó lo más mínimo. La faena, basada en la diestra, también estuvo a buen nivel. Posiblemente, atenazado por sus ganas, le sobrara una tanda. Se tiró con fe y propinó otro espadazo. Tardó en rematarlo el puntillero y se enfrió el climax en una petición de oreja que no fue atendida por el presidente.

José Ramón García Chechu dio una pobre imagen. En su descargo, la tremenda cornada que sufrió a finales de la temporada pasada en Ávila, de las que retiran a cualquiera. En su primero, mansote, pero que acudía con prontitud y movilidad a los engaños, Chechu apenas si consiguió hilvanarle algunos derechazos. Con el cuarto, el más deslucido, tampoco dejó huella alguna.

Festejo muy interesante con dos nombres de la cantera, albacetenses ambos, que triunfaron ayer a carta cabal: el debutante Miguel Tendero y Rubén Pinar.

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