Con vidas profesionales recién iniciadas y un futuro por delante, independientes económicamente, con acceso a una educación superior y a las nuevas tecnologías... los jóvenes europeos resultan contradictorios: mientras demuestran una moral alta, encuentran muchas dificultades en su vida diaria, según las conclusiones de un estudio elaborado por Ipsos para Mondial Assistance. La mayoría considera que su vida es más difícil que la de la generación de sus padres a la misma edad, y muchos creen que sólo pueden encontrar mínima o ninguna ayuda en su entorno ante ciertos problemas de su día a día.

Así, este estudio, realizado a jóvenes con edades comprendidas entre los 25 y los 39 años que viven en siete países de Europa (Francia, Alemania, Holanda, Reino Unido, Italia, Portugal y España), refleja que un 61% considera que, en comparación con la generación de sus padres, la vida actual es más complicada, e incluso "mucho más difícil" para un 32% de los entrevistados. Al preguntarles, desde un punto de vista personal, de qué carecen o qué es lo que más echan en falta en estos momentos en sus vidas, un 60% responde que le falta tiempo disponible, un 38% lamenta la falta de oportunidades y un 30% la falta de energía.

Los aspectos de la vida cotidiana constituyen una fuente de problemas para estos jóvenes europeos que se encuentran en activo. Por ejemplo, para un 41%, la salud y el bienestar son su mayor preocupación, seguida por la vida profesional (un 38%).

En relación a su entorno profesional, numerosos jóvenes consideran que sería particularmente difícil para ellos negociar incrementos salariales (un 64%), tomarse un año sabático (60%) y hasta gestionar su propio estrés (45%). Estas situaciones de la vida diaria laboral les parecen mucho más difíciles de manejar que otras situaciones más extremas como pueden ser el acoso laboral (un 43%) o actuar en su propio interés en situaciones en conflicto con su empresa (42%).

Respecto a materias legales y laborales, la situación que se considera más difícil es la elección de un préstamo bajo las mejores condiciones (para un 41%). Esto condiciona la adquisición de una propiedad, de un vehículo o el realizar otras compras importantes y hace que los jóvenes se encuentren "perdidos" frente a la complejidad de los créditos.

En el terreno de la salud, un 53% de los encuestados afirma que encontraría dificultades a la hora de ayudar a alguien cercano que sea una persona dependiente o que esté afectada por una dolencia que implique algún grado de minusvalía. El estudio subraya que "también es preocupante" observar que para casi la mitad de los jóvenes (43%) sería complicado recabar ayuda por un mínimo coste en caso de tener que reaccionar ante una situación de emergencia médica.

Y, desde el punto de vista del bienestar y cuidados personales, un 62% declara que es difícil encontrar tiempo para practicar actividades deportivas y un 42% para seguir una dieta equilibrada. El 49% señala que le cuesta encontrar tiempo para hacer lo que le guste, indicando que no tiene tiempo libre para dedicarse a sí mismo. La conclusión es que entonces para estos jóvenes "razonablemente la vida se vuelve menos placentera".

Sin embargo, existen diferencias dependiendo del país de origen. Holanda es el país europeo donde la población joven trabajadora afirma tener menos dificultades ante las diferentes situaciones que tiene que afrontar en su día a día. El nivel de dificultad que encuentran los jóvenes españoles, portugueses, alemanes y británicos se ubica en una posición intermedia, mientras que el caso de franceses e italianos es donde se encuentra más negativismo .

Desde un punto de vista cuantitativo, en estos dos países, casi uno de cada dos jóvenes (47% en Italia y 43% en Francia frente a una media del 29% en el resto de países analizados) asegura que tiene o podría tener dificultades considerables en casi todas las situaciones que se presenten en su vida profesional, su salud, tiempo libre o aspectos legales y de finanzas.

64%