Tragedia en Barajas

Interior asegura que las víctimas estarán identificadas entre hoy y mañana

  • Ya se han producido los primeros entierros

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado que entre hoy y mañana serán identificadas la mayoría de las cien víctimas mortales del accidente aéreo de Spanair cuyas identidades quedan aún por verificar, después de que se haya conseguido la de 53 a través de las huellas dactilares.

Pérez Rubalcaba ha hecho estas declaraciones tras visitar a los heridos que se encuentran ingresados en el hospital La Paz de Madrid, entre ellos un funcionario de prisiones que permanece en el centro sanitario junto a su hija de once años y que ha perdido en la tragedia aérea a su esposa y a otra hija.

El titular de Interior, que se ha dirigido después al hospital Ramón y Cajal para visitar a otros heridos, ha explicado que las tareas de identificación por ADN han empezado a realizarse hoy y que éstas permitirán esclarecer entre esta jornada y la de mañana las identidades de la mayoría de los cuerpos sin vida.

No obstante, ha advertido de que en un principio algunas identidades podrían quedar pendientes por no contar con un ADN de referencia, como en el caso de víctimas del extranjero o de un niño adoptado.

A pesar de estas dificultades, el ministro ha mostrado su confianza de que al final se pueda identificar a todas las víctimas.

"Hay algunos supuestos que nos van a llevar algún tiempo, pero creo que entre hoy y mañana resolveremos una buena parte de las identificaciones", ha incidido el ministro, quien ha destacado que los análisis de ADN tiene unas pautas biológicas "insalvables".

Rubalcaba ha subrayado el trabajo de la Policía, la Guardia Civil y el Instituto Anatómico Forense, ya que "todo el mundo está volcado", aunque ha insistido en que "hay tiempos que no podemos saltarnos", porque los análisis en algunos casos son de cultivos biológicos y por tanto "lo exigen".

El ministro ha eludido pronunciarse sobre el malestar de los familiares con la empresa Spanair, aunque ha señalado que entiende el dolor de las familias y ha recalcado que el Gobierno en estos momentos está volcado en acabar cuanto antes con las tareas de identificación y garantizar a las familias que puedan enterrar donde desean a sus seres queridos.

"En eso estamos volcados y creo que no voy a entrar en esa polémica", ha afirmado el ministro, quien ha preferido también no pronunciarse sobre si ha visto la grabación de las cámaras del aeropuerto de Barajas que muestra la secuencia del despegue del vuelo JK5022, ya que hay un proceso judicial abierto y una comisión de investigación.

Rubalcaba ha dicho: "al final sabremos lo qué pasó" y ha añadido: "se lo debemos a las víctimas", pero también "al conjunto de los pasajeros", porque el modelo del avión siniestrado, el MD, está volando en estos momentos, con lo que, explicó, "interesa a toda la aviación mundial que se sepa exactamente que pasó".

El responsable de las fuerzas de seguridad, que se ha mostrado convencido de que la investigación será "muy profesional", no ha querido hacer lucubraciones sobre lo que pudo ocurrir y además cree que se están diciendo "bastantes cosas arriesgadamente como para que el Gobierno contribuya a esa polémica".

Primeros entierros

Los restos mortales de los fallecidos se encuentran en el cementerio de La Almudena, donde se les están practicando las pruebas necesarias para lograr su identificación. Allí tuvieron que acudir varias familias a recoger los restos mortales de sus familiares. Se encontraron acompañados en todo momento por efectivos del Samur, que cuentan en la zona del cementerio con un Hospital de Campaña y ocho ambulancias para garantizar el buen estado de todos los familiares.

Por otro lado, una de las azafatas del vuelo siniestrado fue enterrada en su localidad natal en Sant Boi de Llobregat (Barcelona). Al acto acudieron un centenar de personas entre amigos y familiares, además del presidente del Fútbol Club Barcelona, Joan Laporta, ya que el padre de la fallecida, Juan Carlos Pérez Rojo, fue jugador del Barça en los años 80. También acudió el vicepresidente del Govern y presidente en funciones, Josep-Lluis Carod Rovira, quien quiso transmitir el pésame a la familia.

Además, las cenizas del comandante del avión, Antonio García Luna, incinerado el pasado jueves en el tanatorio norte Nuestra Señora de los Remedios de Madrid, fueron trasladadas y enterradas en el cementerio de Son Valentí, en Palma de Mallorca, de donde era natural. Al acto acudió la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, que recibió a la familia en el cementerio municipal para expresarles su dolor y solidaridad.

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