Sociedad

Los GEO liberan a los dos rehenes de un joven rumano en un pueblo de Ávila

  • El secuestrador, que dijo ser ex policía y reclamaba un puesto de trabajo, retuvo a los propietarios de un bar

La retención de los dueños del bar San Miguel, de la localidad de San Pedro del Arroyo (Ávila), por parte de un joven rumano, acabó anoche con la intervención de miembros del Cuerpo Especial de Operaciones de la Policía Nacional (GEO). El joven, de 22 años, armado con un cuchillo, retuvo encerrados en el local a los dos dueños de este establecimiento, con la pretensión de exigir un trabajo, según informó el alcalde de este municipio, Pablo Laureano. La policía liberó a los rehenes y detuvo al joven, conocido en el pueblo como Nicolai.

El suceso comenzó sobre las 16.00, cuando el joven, al parecer ex policía de Rumanía, entró en el bar, atrancó la puerta con una máquina tragaperras y tapó las ventanas con hojas de periódicos. En esos primeros momentos, llegó a amenazar con un cuchillo a la dueña del bar, a la que anoche mantenía retenida junto a su marido. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron agentes de la Guardia Civil, acompañados por un psicólogo y un intérprete, e iniciaron las negociaciones con el joven, quien reclamó la presencia de los medios de comunicación, así como un empleo y una habitación donde alojarse.

El regidor de San Pedro del Arroyo, localidad de 850 habitantes situada a 25 kilómetros al norte de la capital abulense, explicó que Nicolai llevaba viviendo en el pueblo un mes y medio y, hasta ahora, "se había mostrado como un hombre tranquilo".

En el transcurso de las conversaciones con la Guardia Civil, Nicolai pidió que un agente mostrase a los medios de comunicación que se encontraban frente al bar dos fotografías, solicitud a la que se accedió. El guardia civil mostró dos imágenes en las que el autor de la retención aparece ataviado con un uniforme -se supone que igual al que visten los policías o los militares en Rumanía- acompañado por otras personas con la misma vestimenta.

Nicolai protagonizó momentos de tensión cuando gritó desde la ventana del local: "Dos vidas, puedo matar", tras hablar por teléfono desde un móvil, en una conversación en la que se mostraó visiblemente enojado. El secuestrador preguntó "por qué no puede vivir en España un extranjero" y mostró sus brazos a través de las rejas de la ventana para que las personas que se encontraban en las proximidades del bar comprobaran cómo las tenía de trabajar.

"Toda la gente corre por dinero" opinó Nicolai. "Se puede vivir mejor en la cárcel", dijo. En torno a las 20.00 se dirigió a los medios de comunicación presentes en la zona y gritó: "Hola, España. ¿Qué hacer Zapatero para mí, para extranjero?".

La zona permaneció acordonada y cortada el tráfico, en un tramo de 500 metros, la carretera N-501 (Ávila-Salamanca), que atraviesa el municipio de San Pedro del Arroyo. En el área próxima al bar San Miguel se concentraron numerosas personas.

Representantes de la Embajada de Rumanía en España anunciaron que iban a viajar a esta localidad abulense.

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