Las autoridades de la isla indonesia de Bali elevaron ayer la alerta del nivel de aviación a rojo (la máxima) ante el incremento de actividad del volcán Agung, que arrojó nubes de ceniza hasta 4.000 metros de altura, informaron fuentes oficiales. Una veintena de vuelos con destino y procedentes de Bali fueron cancelados la noche del sábado y más de 2.000 personas quedaron varadas en los recintos aeroportuarios a pesar de que las autoridades mantienen que "la isla es segura" y el aeropuerto funciona "con normalidad". La Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNBP, en indonesio) mantiene además el nivel de alerta de erupción 3 (el máximo es el 4) e informó de lluvia de ceniza en al menos 7 poblaciones de la isla.
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