El Sevilla se dispone hoy a tomar cartas en el asunto ante la espinosa situación generada con los aficionados radicales que protagonizaron el pasado viernes en Rota unos desagradables incidentes que provocaron el enfado de José María del Nido.

Con una reunión del consejo de administración prevista, las medidas a tomar es uno de los temas estrella, que el club anunciará una vez aprobadas por los miembros del órgano rector tras la propuesta de la comisión ejecutiva.

Mientras tanto, el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, aplaudió ayer la iniciativa del club nervionense de frenar esta escalada de violencia con medidas que contribuyan a evitarlas. "Me parece bien que el Sevilla tome medidas con los aficionados más radicales, porque no se puede consentir que una fiesta del fútbol se convierta en una tragedia y en un acto vandálico. Me parece que es la antítesis de lo que debería de ser y todo lo que es antítesis hay que eliminarlo", dijo Zoido en la visita al terreno destinado a albergar la nueva comisaría de Policía Local proyectada en Bellavista.

Este posicionamiento del alcalde no es más que un refrendo a las decisiones que decida adoptar el consejo sevillista, que se ha encontrado con un verdadero problema y que, tras el comunicado oficial hecho público por el club y la paralización momentánea de la renovación de la zona del estadio en la que se ubica el colectivo Birisnorte, ha encendido las alarmas y ha logrado crear una expectación que en determinados ámbitos puede favorecer nuevas opiniones en contra de Del Nido y sus más estrechos colaboradores. Este grupo de aficionados ha avisado al club de que no va a consentir que desde dentro se fomente una "campaña de desprestigio" y anuncia otro comunicado posterior al del consejo. El asunto no augura, desde luego, un final feliz.