A día de hoy Antonio Álvarez tiene muy pocas posibilidades de seguir la temporada que viene al frente del primer equipo sevillista, casi ninguna. Pero a nadie se le escapa que un escaparate como el que va a tener mañana en el Ramón Sánchez-Pizjuán, con más de medio mundo pendiente del enfrentamiento entre el Sevilla y el Barcelona, puede marcar positiva o negativamente su todavía incipiente carrera como entrenador, no ya con su continuidad en el banquillo nervionense, sino fuera de Nervión.

Aunque el técnico marchenero siempre ha destacado que él está al servicio del club y el propio Del Nido aseguró ayer que "su futuro estará ligado a la sociedad", nunca ha descartado iniciar una trayectoria como primer entrenador fuera de Sevilla si la oferta le satisface y en este sentido el hecho de que su equipo vaya a ser el juez de la Liga direcciona todos los focos hacia su planteamiento mañana ante el Barça y las prestaciones que pueda dar su equipo. Un gran escaparate al mundo a la espera de otra gran cita que puede marcar su carrera, la final del 19.

En la Ciudad Condal hay cierto temor con lo que el Sevilla pueda hacer y están muy frescos tanto el 1-5 en Santander como la manera en que el equipo, entonces de Jiménez, eliminó al Barça de la Copa. Con Álvarez el Sevilla lleva 8 partidos con 5 triunfos y 3 derroras, 20 goles a favor y 12 en contra.