Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Jueves Santo

Por fin Jueves Santo

  • Después de dos años con lluvia, las cuatro hermandades de ayer pudieron realizar con normalidad su estación de penitencia en la Catedral

A la tercera va la vencida. Después de que en 2011 y 2012 la ciudad no pudiera disfrutar de esas cofradías y después de que el Martes Santo y el Miércoles Santo resultaran incompleto o en blanco respectivamente, Cádiz tuvo ayer, por fin, Jueves Santo. Los malos pronósticos y la presencia de la lluvia desaparecieron en el día de ayer, redondeando una gran mañana de visitas a templos, tarde de sagrarios y noche de procesiones.

 

En las calles y plazas se notaba también mucha ganas de ver hermandades realizando estación de penitencia con un público muy numeroso. Y eso que el día no terminó de aclararse hasta bien entrada la tarde. 

 

Durante la mañana los cielos nublados fueron la nota predominante, dejándose también caer algunas gotas de agua que apenas tuvieron incidencia ya que las previsiones establecían claramente (así lo decía ayer el meteorólogo Manuel Salguero, que está colaborando con este periódico) que conforme avanzara el día mejoraría la situación.

La mañana

De la mañana del Jueves Santo, lo más destacado además del buen ambiente que reinaba en las iglesias de San Lorenzo, San Severiano y Santa Cruz era el acto que tuvo lugar en Santa María, donde cumpliendo con el tradicional protocolo la alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez, hacía entrega al Nazareno del bastón de mando que lo acredita como Regidor Perpetuo. En dicho acto estuvieron también presentes el pregonero de la Semana Santa, Juan Manzorro (que viene acompañando a la alcaldesa durante toda la semana y que ayer le ayudó a colocar ese bastón de Alcaldía), y el obispo de la diócesis, Rafael Zornoza. Junto a ellos hubo una amplia representación municipal (con varios ediles que forman parte del equipo de gobierno además de los concejales socialista Francisco González y Gonzalo Pando). La saetera Carmen de la Jara, que cantó al Cristo y a la Virgen, cuyos pasos este año estaban en la capilla al no poder colocarse en la iglesia después de la reciente restauración del suelo del templo.

 

La tarde

Esa intimidad en los templos que se vivió en las horas de la mañana daría lugar después a una explosión de imágenes y de momentos que el público y las calles llevaban tres años esperando.

 

Por eso no es de extrañar que a primera hora de la tarde la plaza de San Severiano se llenara de gente para ver salir los dos pasos de Oración en el Huerto; o que desde bastante antes de las seis y media de la tarde las aceras de Sagasta y de Hospital de Mujeres estuvieran repletas de público; o que Santa María recibiera con tanto júbilo a la cruz de guía y después al paso del Regidor Perpetuo saliendo de su capilla.

Los detalles

En los dos años en los que las cofradías del Jueves Santo no han podido realizar su estación de penitencia en la Catedral han sido muchas las novedades que han ido cociéndose, los estrenos que han podido realizarse, y que al fin en el día de ayer vieron la luz.

 

En Puertatierra se vio un paso de misterio que sigue avanzando, que ha modificado su distribución después de la ampliación del canasto y respiraderos y que está pendiente de que empiece a verse dorado en años venideros. De este misterio, destacó el ropaje bordado de los apóstoles que aparecen en la trasera, así como la nueva túnica del Señor, también bordada.

 

En Sagasta se vio un misterio completamente restaurado, desde el paso (que ya se estrenara en la pasada procesión magna) hasta los ropajes bordados de las imágenes titulares y secundarias. Llamaba la atención cómo se presentaba la Virgen de los Desconsuelos y recordó a otros tiempos la salida sin acompañamiento musical, que en principio solo será por este año debido a la situación económica y al destino del importe de la banda a Cáritas de San Lorenzo y Cáritas de El Puerto de Santa María.

 

En Santa María volvió a verse el fervor de un pueblo, la devoción popular en su más extremista expresión como el lunes también se vio en La Viña. Se vio a un pueblo reconfortado después de dos intentos fallidos de ver a su Nazareno procesionar por las calles. Además, la cofradía siguió demostrando la línea ascendente que en estos últimos años ha venido demostrando.

 

Y al fin también pudo verse a Medinaceli procesionar como cofradía del Jueves Santo, saliendo a las once y media de la noche la cruz de guía por la puerta de Santa Cruz. El Cautivo volvía a vestir de liso, dejando en las vitrinas de la hermandad la túnica bordada que ha lucido en estos últimos años, y la Virgen de la Trinidad procesionó posiblemente por última vez sola -la hermandad pretende incorporar la imagen del San Juan al palio para el año próximo- y portada por nueva cuadrilla que comandó Manuel Ruiz Gené.

 

A partir de ahí, múltiples momentos destacados, sensaciones recuperadas después de no revivirlas desde el año 2010 y, como mejor novedad, sin hacer referencia al tiempo (salvo por el frío que reinó durante la noche). Con estas cartas en juego, la ciudad se preparaba para dar paso a una Madrugada desconocida. A una Madrugada de Viernes Santo con solo dos cofradías en su nómina (aunque ayudadas por la tardía recogida de Medinaceli y Nazareno) que ya se preparaba al cierre de esta edición.

Afligidos

Si el Jueves Santo es el día que mayor número de personas presencian los desfiles procesionales, ese deseo se vio incrementado ayer después  de un Miércoles Santo en el que la inestabilidad del tiempo obligó a las cuatro cofradías de la jornada a suspender su estación penitencial.

 

A las seis de la tarde ya eran numerosas las personas que se daban cita en los alrededores de la parroquia de San Lorenzo, donde media hora después estaba anunciada la salida de la hermandad de los Afligidos. Los hermanos  accedían por la puerta de la calle Armengual al interior del templo ante cuyo altar mayor estaba situado el paso de misterio y al lado izquierdo el altar de insignias, y donde el hermano mayor, Ramón Velázquez, y los miembros de su junta de gobierno ultimaban los detalles para la estación de penitencia.

 

A las seis y cuarto el fiscal, Félix del Río Bedoya, se dirigía a los hermanos que iban a procesionar a los que recomendaba que lo hicieran con recogimiento, en silencio y meditando sobre el encuentro de Jesús con su Madre, para a la vuelta poder agradecerle a ambos la estación penitencial, tras haber sido testimonio creíble de fe, siguiendo a Jesús hacia el calvario.

 

Por su parte, el director espiritual, Jesús García Cornejo, aludió a que se celebraba el Día del Amor Fraterno y destacó que "nos somos cristianos hasta no darnos cuenta de que los necesitan los que están a nuestro alrededor", para luego recordar las palabras del papa Francisco, que ha dicho que "la Semana Santa es salir de uno mismo al encuentro del otro". Asimismo aludió al gesto que en esa línea había realizado la cofradía al donar a Cáritas el importe de la contratación de una banda de música para acompañar al cortejo. Finalmente se rezó el un Padrenuestro y un Ave María.

 

Cuatro bocinas abrían el cortejo seguidas de la cruz de guía con dos faroles de acompañamiento y un nutrido grupo de pequeños monaguillos, a los que seguían las secciones de penitentes, además de un grupo de servidores portando diversos símbolos religiosos, desde una bula de Clemente XIII a la cofradía a tres hermanas representando a las virtudes teologales. La presencia del  Ayuntamiento la cubría el concejal José Macías y a los Caballeros Hospitalarios Juan Lamet, hermano de la cofradía como toda su familia.

 

Minutos antes de las siete de la tarde, José Julio Reyeros, capataz a la cuadrilla de cargadores, ordenaba iniciar la maniobra para poner en la calle el único paso de misterio, especialmente arriesgada por las dimensiones de la puerta y que superaron con maestría cuando pasaban cinco minutos de las siete, entre los aplausos de las numerosas personas congregadas en la calle Sagasta.

El Huerto

Los rostros de los hermanos de El Huerto mostraban una Semana Santa distinta a la vivida hasta ahora. No había muecas de disgusto o incertidumbre. Ni recelosas miradas al cielo. Tampoco trabajan a destajo los móviles consultando partes. La Base de Rota había dado la mejor noticia para un cofrade: no hay previsiones de lluvia. Una buena nueva acogida con multiplicada alegría en una hermandad que llevaba dos años sin salir. Sí, era otra Semana Santa diferente la que ayer se respiraba poco antes de las cinco de la tarde en San Severiano. 

 

No había diferencia de felicidad en las caras del más pequeño penitente y del más veterano de El Huerto. Juan García Beiro, el único fundador de la cofradía aún vivo, daba órdenes a sus 82 años. No iba a procesionar. Tenía otra misión no menos importante: quedarse en San Severiano y esperar, como cada año, a la hermandad para que los bocadillos de los cargadores estuvieran listos, entre otras tareas de bienvenida. Bien podían entender la labor de García Beiro otros ilustres cofrades que se dieron cita en el patio de la iglesia de extramuros: Juan Manuel Alcedo, Manolo Cerezo, Manuel Fernández y Paco Alonso. No faltó José Ruiz, Pepe el de La Gloria, empresa panadera íntimanente ligada a la cofradía.

 

El hermano mayor de la Oración en el Huerto, Arturo López Pinto, iba de un lado a otro con traje y corbata. "No procesiono ahora, las piernas no me responden. Me vestiré en Santa Cruz y me incorporaré al cortejo en El Palillero", contaba a quiénes le preguntaban por su túnica. Feliz y abanderando el lema de 'A la tarcera va la vencida', López Pinto expresaba en voz alta el sueño de cambiar al completo el juego de túnicas de los penitentes, objetivo para su mandato (fue elegido en enero). "Los hábitos son del año 82, ahí es nada. Y queremos proponer al cabildo de hermanos que pasen a ser las capas y las túnicas en crudo, con capirote rojo en el Cristo y verde en la Virgen, ambos en terciopelo". 

 

 Otro de los históricos de la hermandad, el capataz del paso de misterio, José Luis González 'El Chino', veía a su cuadrilla "demasiado eufórica"v ante la certeza de la salida. "Los capataces debemos frenar los ímpetus porque debemos llegar bien a la recogida", explicaba desde su experiencia. Mientras que sus cargadores sacaban el paso (escoltado por reservistas voluntarios del Ejército de Tierra) por la puerta de Tolosa Latour,  se escuchaban los aplausos de la cuadrilla de la Virgen tras la arenga del capataz, Fernando Reyna. Bajo el palio iba a estar José Asencio, capataz de Jesús Caído, junto a un hombre clave de su cuadrilla, Mario Garci. 

 

A las cinco menos cinco ya estaba la cruz de guía en la puerta. Poco más de media hora le bastó a la cofradía salir a la calle. El palio de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza, escoltado por reservistas voluntarios y profesionales de Infantería de Marina, comenzaba su recorrido al son de la marcha 'Hossana in Excelsis', interpretada por la banda del Cristo del Amor, de Córdoba. 

Nazareno

En el barrio de Santa María la jornada del Jueves Santo ya se inició por la mañana, con la presencia de numerosas personas para ver a los titulares de la hermandad en sus pasos respectivos, acudiendo también a la capilla el obispo diocesano, Rafael Zornoza, y la alcaldesa, Teófila Martínez, que un año más depositó su bastón de mando a los pies del Regidor Perpetuo de la ciudad, acompañada por el pregonero de la Semana Santa, Juan Manzorro.

 

Por la tarde, con mucha antelación a la salida, las calles Santa María y Jabonería ya estaban llenas de público para ver bajar a la cofradía del Nazareno, después de dos años sin realizar la estación penitencial, mientras que al templo iban llegando los hermanos que iban a acompañar a Jesús Nazareno y a la Virgen de los Dolores por las calles gaditanas, entre ellos tres generaciones de una misma familia, como las de José Luis García Villar y Enrique Cabrera Capitán, hermano mayor y mayordomo respectvamente, de anteriores juntas de gobierno.

 

A las ocho de la tarde llegaba la alcaldesa y miembros de la Corporación Municipal, pertenecientes al equipo de gobierno del PP, así como del PSOE. Teófila Martínez, que se recupera de una intervención quirúrgica en el pié derecho, tenía previsto presenciar la salida del cortejo y luego incorporarse al mismo desde el Ayuntamiento hasta la Catedral, ostentando por eso la presidencia el teniente de alcalde José Blás Fernández.

 

Antes de proceder a la apertura de las puertas de la capilla, el hermano mayor, Santiago Posada, pidió a los hermanos acompañar en silencio y con recogimiento a Jesús Nazareno y a la Virgen de los Dolores, destacando que el cansancio era también una forma de rezar y a vivir la fe todo el año.

 

Por su parte el director espiritual, Marcelino Martín, se dirigió a los hermanos para decirles que no iban a realizar un paseo por la ciudad, sino una manifestación de fe, "para pedirle a Jesús por nuestra ciudad en una demostración de amor hacia El y su Madre". 

 

A las ocho y media de la tarde, la fiscal, Clara Posada, ordenaba abrir las puertas y salía la cruz de guía, seguida de los penitentes portado cirios de color morado. En la presidencia, además de la representación municipal, estaban las de los colegios de Abogados, Procuradores y Notarios, Alicia Estévez, Eduardo Sánchez Romero y José Ramón Castro, respectivamente, así como los sacerdotes Sebastián Llanes y Marcelino Martín. Igualmente  la asociación de vecinos 'Las tres torres' por su presidente José Rodríguez, los Caballeros Hospitalarios por Miguel Medina y el colegio La Salle-Mirandilla, además de las cofradías de Columna y Ecce Homo.

 

En el interior del templo el capataz del paso de misterio, José Luis Peñalver entregaba el martillo al hermano Fernando Lepiani Sánchez para que ordenara la primera levantá como reconocimiento a sus más de 60 años vinculado a la cofradía, y seguidamente la cuadrilla inició la maniobra de salida, que se producía a las nueve menos quince minutos de la noche para enfilar la calle Santa María, mientras que la banda de de música Enrique Galán, de Rota, interpretaba la marcha 'Cádiz Cofrade', de Abel Moreno, entre los aplausos del público.

 

A continuación salieron los penitentes que precedían al paso de palio con la imagen de la Virgen de los Dolores, que estrenaba un corazón traspasado por puñales, bañado en oro de ley, donado por el grupo joven de la hermandad. Pasada las diez y media de la noche, el palio, portado por su cuadrilla de cargadores, dirigida por Antonio Ramírez Durán,  pasaba por delante del Ayuntamiento, en la plaza de San Juan de Dios, camino de la Catedral.

Medinaceli 

Al cierre de esta edición salía de Santa Cruz la cofradía de Medinaceli, a la que la lluvía había impedido completar su recorrido los dos últimos años. La devota imagen titular estrenaba una túnica lisa realizado por Abelardo Santiago, dirigendo el paso José Luis Pájaro, mientras que el palio con la Virgen de la Trinidad  lo comadaba Manuel Ruiz Gené.

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