Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Semana Santa. Balance

Los cambios piden sitio

  • La Semana Santa recién concluida sigue poniendo de manifiesto la necesidad de variar la configuración de las jornadas o la carrera l El Consejo se convierte en centro de las críticas

El fuerte viento alteró y deslució levemente la jornada del Domingo de Ramos.

El fuerte viento alteró y deslució levemente la jornada del Domingo de Ramos. / Lourdes de Vicente

LA Semana Santa de 2017 ha servido para reafirmar sus carencias, o sus principales debilidades que de alguna forma ensombrecen la enorme labor que realizan las hermandades durante el resto del año. Y deja en la mente de casi todos, y en la opinión de muchos, la necesidad de acometer una reestructuración general que sirva de alguna forma para exponer mejor en la calle todo lo bueno y atractivo que tienen las cofradías de penitencia de Cádiz.

No es nada fácil poder llevar a buen puerto un proyecto de esa envergadura, porque necesitaría de hermandades que renunciaran a su actual día de salida para pasar a engrosar otra jornada y, de este modo, mejorar la Semana Santa en general. Pero el sabor de boca que deja lo visto en la calle este año lo reclama, quizá con más fuerza de lo que ya se viene hablando en estos últimos años.

Así lo demuestra, por ejemplo, el triste final de la Semana Santa, con un Viernes Santo con solo tres cofradías procesionando y con una Madrugada herida de muerte -una vez pasada la jornada se explica aún menos por qué Perdón no estuvo en la calle haciendo la estación como el resto de las hermandades- por la carestía de cofradías y porque el público, le guste o no al personal, no es de estar en la calle a partir de ciertas horas de la noche.

Esta es una premisa que se ha comprobado prácticamente todos los días, a excepción posiblemente del Miércoles Santo, donde a medianoche presentaba la plaza de San Juan de Dios un lleno casi absoluto al paso de las tres cofradías que discurrían por allí. Pero el resto de los días, se ha notado un considerable descenso del público cuando entraba la noche. Y es que, guste o no, la sociedad ha cambiado, y las cofradías no pueden permanecer ajenas a esos cambios porque al final se ven estampas de calles desérticas al paso de algunos cortejos. Otra razón más que invita a esa gran remodelación que deja pendiente una nueva Semana Santa.Esta reestructuración global que sería deseable por el bien del futuro de la Semana Santa será competencia del Consejo de Hermandades. Una entidad que desgraciadamente ha estado en el centro de las miradas este año. Ya lo estuvo en Cuaresma y también lo ha estado a lo largo de toda la Semana Santa, como si Martín José García y su equipo fueran los culpables de todo cuanto acontece en estos días santos que ya han finalizado. El colmo de la situación llegó en la mañana del Miércoles Santo, cuando la sede del Consejo y el despacho profesional del propio presidente amanecieron con pintadas alusivas a la cofradía del Perdón.

Todos estos incidentes con el Consejo de fondo merecen también una reflexión acerca del papel que tiene este organismo, sus funciones, sus responsabilidades y la relación de éste con las hermandades y viceversa. Mucha confusión se ha creado en torno a todo esto (en buena medida también por parte de las propias hermandades) que para nada beneficia a la Semana Santa, donde las imágenes, los cortejos y el transitar de los pasos procesionales deben ser los únicos elementos de debate.

La Semana Santa que ya forma parte del recuerdo deja una nueva cofradía en extramuros (Borriquita) que seguramente deberá repensar su estación penitencial del pasado Domingo de Ramos y trabajar para concebir la salida como una procesión en su totalidad, de la cruz de guía a la banda del palio y desde que sale por la puerta de San José hasta que entra de nuevo. Pero con esa tarea por delante para este próximo año que hoy comienza y que finalizará el Domingo de Ramos de 2018, es una buena noticia para la ciudad que extramuros siga ganando presencia cofradiera, aunque dos de las tres hermandades de allí procesionaran juntas una detrás de otra (que ya es mala suerte, o mala organización de la Semana Santa. Otro motivo para reestructurarlo todo).

Y hablando de cambios, no se puede quedar fuera de este balance la carrera oficial, que sigue necesitando una reforma que posiblemente pase por un nuevo itinerario que permita a las cofradías transitar sin tantos obstáculos y hacerlo además en menos tiempo, ganando en 'independencia' los recorridos.

La dificultad de todos estos cambios hace pensar que se trata de proyectos utópicos. Aunque lo cierto es que cada vez son más necesarios y demandados por el público que presencia las cofradías, por los hermanos que visten la túnica y por los cofrades que a partir de mañana seguirán hablando y analizando la Semana Santa (que para la gran mayoría se olvidará esta tarde cuando se cierren las puertas de San Antonio).

En lo terrenal, mientras, se acaba una Semana Santa que comenzó con un fuerte viento de Levante que conllevó preocupación y cambios de itinerarios en el primero de los días (donde resultó especialmente castigada la cofradía de Las Penas al mantener su itinerario por el Campo del Sur); pero que se tornó en un Miércoles Santo veraniego, de muchísima calor, y en un resto de días de temperaturas bastante agradables.2017 deja también unos cortejos por lo general más nutridos que años anteriores, lo que mantiene la línea ascendente en número de capirotes. Además, también por lo general han discurrido de manera más lógica, sin esos grandes distanciamientos entre nazarenos y sin excesivos cortes (por regla general).

La carga deja un sabor agridulce; los pasos han sido bien portados en líneas generales, pero quizás la ciudad ha pasado de un extremo a otro y hoy en día todos los pasos bailan todas las marchas, algunos hasta el tambor, en todos los puntos del recorrido, lo que ha dado lugar a una especie de generalización en los andares que en su día idearon algunos y que hace añorar ver a un paso únicamente andando de frente. Con las excepciones lógicas que existen en el plano positivo, la situación se agrava cuando se aprecian ciertos movimientos en pasos cuyo corte de cofradía o del día en que procesiona no lo hace nada recomendable.

La música ha estado a un gran nivel este año, mejorando algunas hermandades el acompañamiento de sus pasos y contando con grandes formaciones que han puesto su música por las calles de la ciudad. Rosario, Victoria de León, Enrique Montero o Julián Cerdán son grandes exponentes, sin olvidar las más habituales de Polillas, Filarmónica de Conil, Nazareno de Rota, Galán...

Con todo lo bueno y todo lo menos bueno que haya transcurrido por la ciudad en los últimos siete días, y con esos grandes proyectos pendientes de conseguir, si alguna vez se consiguen, la Soledad ayer en Santa Cruz, o el Resucitado esta tarde en San Antonio, ponen fin a una gran Semana Santa. La próxima, a partir del 25 de marzo de 2018.

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