Con la solemnidad que caracteriza a la hermandad y luchando contra el fuerte viento de levante, ayer salió a la calle la Antigua y Venerable Hermandad de María Santísima de los Dolores y el Santísimo Cristo de la Misericordia en su traslado al Sepulcro.

Era la primera de las tres procesiones que van a efectuar su salida desde la Prioral de San Sebastián. A las 20:00 horas, las puertas del principal templo de la Villa  se abrían para que la cruz de guía abriese el cortejo procesional del Lunes Santo.

Un único paso de misterio con un conjunto escultórico en el que destacaba la imagen del Cristo de la Misericordia, obra de Luis González Rey, y María Santísima de los Dolores, atribuida al imaginero Antonio Eslava Rubio. Ayer si pudo ser. 

Aproximadamente unos 75 hermanos participaron en el desfile procesional. Gran parte de ellos eran nazarenos que vestían túnica y antifaz negro, portando cirios  blancos. 

A paso lento, pero muy bien marcados, marchaban los 32 costaleros con la sencillez propia de esta Hermandad, por el interior de la parroquia, mientras en la calle, la banda tocaba la marcha "Dolores en tu Misericordia". Rafael García Fontaiña y Alfonso Fernández Trujillo dirigían la cuadrilla en los complicados momentos de la salida procesional por la puerta del atrio de la Prioral. "A pulso, señores", era la orden del capataz, minutos antes de que el padre Juan Antonio Martín, tocase para la primera levantá. 

Tras salvar el no menos complicado escollo de la bajada de la rampa situada en la escalinata del templo, la comitiva se dirigía camino a uno de los lugares que son visita obligada para la antigua y venerable hermandad: la capilla de las Hermanas Filipenses, donde realizaron estación de penitencia. Saetas y petaladas recibían al paso de misterio. 

Con gran recogimiento marchaba hacia Carrera Oficial el paso de la Hermandad, cuyo exorno floral, en tonos morados, ha sido elaborado por Luciano Rodríguez, quien viene encargándose de esta labor desde hace ya algunos años. 

Una repleta carrera oficial recibía, ya de recogida, el paso de la Los Dolores, donde la cuadrilla dio todo de sí, acompañados en la parte musical por la Banda de Música de Montellano. Los sones de la banda, acompasaban a la perfección los mecidos de los Dolores, que arrancaban el aplauso del público que se congregó en las calles del centro de la Villa, para disfrutar de un magnífico Lunes Santo, que el viento de levante no consiguió deslucir.