La semana

Fondo y a seguir de frente

  • La lluvia caída el Miércoles Santo y el cambio de carrera oficial del Domingo de Ramos es sin duda lo más destacado de este año · Destaca la calidad de la música, los estrenos y los exornos florales

La finalización de la Semana Santa siempre provoca un sentimiento de cierta tristeza y, al mismo tiempo, el análisis pormenorizado de uno y mil puntos de cuanto ha acontecido en estos seis días. Es esta una de las grandezas de la Semana Santa, que cada uno la vive y la concibe a su forma, lo que provoca la disparidad de opiniones, gustos y pareceres sobre cualquier aspecto relacionado con la salida procesional de las cofradías. Una vez celebrada la Resurrección del Señor, comienza el tiempo del debate y del análisis de todo lo vivido en este 2008. Buena parte de este servirá para mejorar de cara a 2009 y seguir mejorando así la Semana Santa gaditana.

En líneas generales, la de este año ha sido una semana tranquila, salvo por la presencia de la lluvia el Miércoles Santo y en la mañana del Jueves, lo que ha dejado sin salir a cinco hermandades. A partir de ahí, el cambio de sentido de la carrera oficial, los diferentes estrenos, la carga o la música pueden ser los principales objetos de un análisis que aunque alcanza a todos los cofrades, les corresponde ahora hacerlo con mayor detenimiento a las juntas de gobierno, para corregir fallos, suprimir errores y mantener los aciertos de cara a la Semana Santa de 2009, para la que aún falta más de un año. Utilizando el símil de las cuadrillas de cargadores, se trata, en definitiva, de un fondo para tomar fuerzas y seguir de frente. Para la próxima tirá quedan exactamente 378 días.

Una semana diferente

Decir que cada Semana Santa es diferente a la anterior y a la siguiente es indiscutible y uno de los tópicos más escuchados en este mundillo. Pero es que la de este año ha sido verdaderamente diferente a otras, por varios factores que han dejado un sabor de boca de efímera y fugaz Semana Santa. El principal motivo puede ser la celebración de esta en unas fechas tan tempraneras, desarrollándose buena parte de la semana aún en invierno, con las peculiaridades que ello conlleva de horario solar o de temperaturas, entre otras.

Además, hay dos factores que sin duda han marcado este sentimiento de tránsito veloz de la semana. Uno es la configuración del Domingo de Ramos, con dos cofradías recogidas antes de la medianoche y las otras dos pocos minutos después, lo que parecía restar horas a la primera jornada de la Semana Santa. El otro factor, sin duda, fue la lluvia del Miércoles Santo, que privó de la salida a las cuatro cofradías, lo que hizo disfrutar de un día menos.


La lluvia

Se ha hecho ya partícipe indiscutible de la Semana Santa. Afortunadamente, dentro del mal que hace cada año suele aparecer en un día distinto. Este año fue el Miércoles Santo, que hacía décadas que no impedía la salida de todas las hermandades, a las que se unió en la tarde del Jueves la hermandad de Afligidos, (que tomó la decisión por la mañana y comprobó como por la tarde y noche finalmente no se cumplieron los primeros pronósticos).

Teniendo en cuenta esta presencia continuada durante tantos años de la lluvia, conviene que las hermandades se planteen de una vez por todas alguna especie de política de actuación en estos casos, para que no se recurra siempre a la improvisación o se lleve a una mala decisión que luego repercute negativamente en el cortejo o en el seno de la hermandad. Una opción es que cada una realice un estudio detallado de aquellos templos cercanos a su recorrido en el que se puedan refugiar si les sorprende el agua en la calle (seguramente se sacarían algunas claves que mediante leves reformas en los pasos puedan tener una sede en la que resguardarse de la lluvia). La otra es evitar decisiones precipitadas que luego no compartan los hermanos o de recurrir a partes meteorológicos que no sean fiables. La lluvia es ya un problema serio, real y patente de la Semana Santa, y no algo circunstancial o puntual, por lo que todas las cofradías tienen que estar preparadas para afrontarlo.

Carrera oficial

Era una de las novedades más importantes de la Semana Santa, merced al cambio de sentido que aprobaron unilateralmente las cuatro cofradías del Domingo de Ramos y que ha servido de experimento para estudiar su implantación al resto de días. El análisis en este sentido es muy variado, desde el optimismo del Consejo de Hermandades –gran valedor de esta propuesta, incluida en su programa de trabajo para estos cuatro año– y de tres de las cuatro hermandades de ese día –en Borriquita no acabaron contentos con el cambio, que dejó estampas inéditas del cortejo desfilando por San Antonio, de regreso, con absoluta ausencia de público, hasta el pesimismo manifestado por otras hermandades y por los cofrades en general.

La jornada del Domingo de Ramos dejó imágenes inéditas y para su debate. La propuesta no propició un aumento en la venta de sillas de la carrera oficial, que presentaba en la calle Ancha y en otros puntos los mismos vacíos que años anteriores, por lo que en este aspecto no se vio beneficiado el cambio. El horario de ese día, con tres cofradías en la calle desde las cuatro y cuarto de la tarde y solo un paso en la calle después de la medianoche (el palio de la Caridad), parece que es excesivamente temprano, aunque lógicamente esto tiene fácil solución. No obstante, al hilo de los horarios, el cambio de carrera tampoco impidió el retraso de todas las hermandades del día, que alcanzaron la hora en el caso de Borriquita, a la que tampoco le beneficiaba la subida de San Francisco de vuelta, lo cual puede ser muy indicativo para otras cofradías.

Pero lejos del pensamiento y cavilaciones, ante la envergadura de este proyecto conviene realizar un análisis pormenorizado y con datos concretos sobre la posibilidad de cambiar el sentido de la carrera oficial, para lo cual se entiende necesario un consenso mayor que la aprobación de mitad más uno de los hermanos mayores que conforman el pleno del Consejo.

La música

Sin duda es uno de los aspectos que mejor ha crecido en los últimos años. El cuidado de la música ha incidido en otros ámbitos del mundo de las cofradías (como comentaban a Diario de Cádiz tres capataces en uno de los reportajes publicados esta semana) y las hermandades han sabido otorgarle la importancia debida al acompañamiento musical de la salida procesional.

De la Semana Santa de este año han destacado tanto las formaciones musicales de la capital como las que han llegado de fuera. De las gaditanas han mantenido su destacado nivel la de cornetas y tambores del Rosario y la agrupación musical Polillas, mientras que la de Sagrada Cena sigue creciendo en calidad. De fuera de Cádiz han sonado de manera destacada la banda de la Victoria de León, tras el paso de misterio de Piedad, o la Vera–Cruz de Los Palacios tras Humildad y Paciencia.

En cuanto a la música que acompaña a los palios, todas han brillado notablemente, destacando sobre todo la de Pedro Álvarez Hidalgo de Puerto Real, la de Enrique Galán de Rota o las sevillanas de Los Palacios y de Cigarreras. Y tampoco conviene olvidar a la música de capilla, donde destaca la que acompaña al Cristo de la Buena Muerte, cuyo trío lo forman tres músicos de la Orquesta Sinfónica de Sevilla.

Los estrenos

Se han ido refiriendo tanto en la Cuaresma como a lo largo de toda la semana, porque han sido muchos y muy destacados los estrenos que se han puesto en la calle este año. De todos ellos, conviene hoy destacar dos, cuya materialización ha sido posible gracias a la colaboración de Cajasol con las hermandades, que se vuelve a demostrar que es muy válida. Se trata de los faroles del misterio de la Cena, que han sido plateados, restaurados y enriquecidos; y de uno de los sayones de Columna, que ha mejorado notablemente tras la intervención realizada por Sánchez Peña.

Aún así, sigue pareciendo que en algunos casos las cofradías no tienen muy claras las ideas en cuanto al patrimonio, pues se embarcan en proyectos de mejoras, reformas o sustituciones de algunos elementos de los pasos, o del paso en sí, cuando aún le faltan otros elementos o concluir alguno de los pasos. Lo ideal sería tener un paso completo (de palio o de misterio) para entonces comenzar a renovar algunos de los elementos de ese paso o comenzar un nuevo proyecto con el otro paso de la cofradía.

La carga

Ha conseguido definitivamente pasar a un segundo plano en la Semana Santa gaditana, después de muchos años de protagonismo. En este aspecto, parece que las cuadrillas se mantienen año tras año bajo el estilo ya conseguido. Como consecuencia de esto, vuelven a destacar positivamente las mismas cuadrillas de otros años y vuelven a fallar también las de siempre.

De todas formas, en líneas generales no parece que haya sido un buen año de carga. Sí destacaremos un aspecto: la notable mejora de los pasos de palio con acompañamiento sobrio (verdaderamente recomendable la Virgen de la Salud con Andrés Cano y la de Servitas con Reyero).

Por contra, las cuadrillas del Prendimiento, Oración en el Huerto y Descendimiento han sido las que más problemas se han encontrado en la calle. Si 2008 era un año en que destacaba los pocos cambios de capataces que se presentaban en la Semana Santa, todo hace indicar que para el año que viene habrá numerosas destituciones y dimisiones en el mundo del martillo.

Los exornos

Muy cuidados también los que se han presentado este año, sobre todo en los pasos de palio, pese al encarecimiento de las flores. Y es que en este caso, como en la música, cada vez es mayor la preocupación de las hermandades, que con detalles como el exorno de las jarras de Servitas, por ejemplo, provocan el engrandecimiento de la Semana Santa, que hoy de un fondo para seguir de frente.

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