Diario Cofrade

El nazareno de Los Afligidos, fiel a la cita con sus devotos

  • La cofradía del antiguo hospital de San Juan de Dios estrena marcha dedicada a María Santísima del Rosario

NUESTRO Padre Jesús de los Afligidos y María Santísima del Rosario, volvieron ayer a reinar en El Puerto. Y lo hicieron pasito a pasito, saliendo lentamente de la capilla del antiguo hospital de San Juan de Dios, de la forma tan especial en que lo hace esta hermandad, que tantas devociones, reencuentros y admiración despierta entre sus fieles cada Lunes Santo. La avenida Micaela Aramburu de Mora, desde el antiguo hospital hasta la calle Bajada del Castillo, se encontraba llena de público, familias completas, niños y mayores de la zona y de otros lugares de El Puerto, que acuden puntualmente a la cita con una procesión donde el orden y la sobriedad destacan como sus principales características.

El paso de Misterio está en proceso de dorado y aparecía con uno de sus respiraderos estucado

A las siete en punto de la tarde se abrieron las puertas de la iglesia del antiguo Hospital de San Juan de Dios, y apareció la cruz de guía plateada que encabezó la procesión, que enfiló la avenida Micaela Aramburu, saliendo detrás de ella el cortejo de penitentes, ataviados estrictamente de negro, con fajines de esparto y los cirios de cera encendidos.

Además de darle un lavado de cara a la fachada del antiguo hospital semiabandonado, la portada del templo fue exornada con dos hermosos candiles laterales, y el azulejo dedicado al Señor de Los Afligidos estaba adornado con flores rojas. Todo ello relucía bajo el sol de una tarde clara y con buen tiempo, como hacía semanas que no se veía.

Aunque en los primeros minutos el público no guardaba silencio, el ambiente cambió cuando apareció Nuestro Padre Jesús de los Afligidos acompañado por los golpes del llamador. Para los fieles, siempre es un espectáculo ver salir este paso de Misterio, con sus costaleros de rodillas y un brazo de la Cruz desmontado para que quepa por la puerta de la iglesia, que posteriormente se vuelve a instalar una vez que el paso se ubica en el exterior del templo. La salida del Misterio requiere todo el esfuerzo de la cuadrilla de costaleros, dirigidos con maestría por los capataces Ignacio Pérez y José María Fernández, que culminaron con acierto la complicada maniobra, en mitad de un silencio roto tan sólo por los acordes de la capilla musical Vía Sacra. La imagen del nazareno iba ataviada con su característica túnica morada, sobre una base de claveles rojos y el cirineo sosteniendo el extremo posterior del madero. El paso de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos está en proceso de dorado, y aunque en principio iba a salir con sus respiraderos frontales ya terminados, finalmente tan sólo pudo lucir un estucado. El paso fue realizado hace dos años por los talleres sevillanos de los hermanos Caballero y quedan todavía piezas de madera por dorar.

Como es habitual, procesionaban detrás de Jesús de Los Afligidos numerosas mujeres y devotos en penitencia. También este año se han podido ver muchos niños y jóvenes en esta procesión, vestidos de penitente, además de otros adultos portando cruces y arrastrando cadenas. Acompañaban al paso de Misterio representantes eclesiásticos y de la junta de gobierno de la hermandad, como el párroco de la Basílica Menor de Nuestra Señora de los Milagros, Diego Valle Serrano, o el hermano mayor, Antonio José García Gutiérrez.

Otra característica de este cortejo es el Lignum Crucis, una reliquia de madera atribuida a la Cruz de Cristo, que iba en una parihuela a hombros de cuatro servidores vestidos de librea.

Mientras el paso de Misterio entraba en Bajada del Castillo, aparecía en la puerta de la iglesia del antiguo hospital el elegante palio de María Santísima del Rosario, con los compases del Himno Nacional interpretados por la banda musical 'Gailín', de Puerto Serrano. El paso salió con toda la candelería encendida, exornado con claveles blancos. Su salida, con los varales muy ajustados al dintel de la puerta, es meritoria, destacando la labor de los capataces Gabriel Heredia y Juan Luis Gutiérrez. María Santísima del Rosario estrenó una nueva marcha procesional en su honor, Rosario de los Afligidos, compuesta por el cofrade Javier Lara, y que fue interpretada a la salida de la estación de penitencia, en la Basílica de Nuestra Señora de Los Milagros.

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