Fabián Pérez Pacheco. Fundador de la empresa Ars Nova Restauraciones

"Nos gusta que las obras sean expresión del paso del tiempo"

  • Estos días pueden verse en la calle trabajos de este restaurador de obras de arte, como el paso de Afligidos y el del Cristo de Humildad y Paciencia

El restaurador Fabián Pérez Pacheco durante la entrevista.

El restaurador Fabián Pérez Pacheco durante la entrevista. / Julio González

A Fabián Pérez Pacheco le gusta ver el resultado de su trabajo en la calle. Cuando restaura arte cofrade, "siempre intento ir a verlo en la calle y seguir una relación con la hermandad". Asegura que siente mucha satisfacción, ya que "cuanto más rota está la obra, el resultado final es más óptimo porque ha supuesto un trabajo arduo, y verlo en uso significa una recuperación del patrimonio histórico y artístico", manifiesta este restaurador e historiador del arte.

Fabián Pérez creó en 1998 junto a la también historiadora del arte y restauradora Eva Morata Pla la empresa Ars Nova Restauraciones SL, con la que colabora el restaurador Jesús Guerrero. Algunos de sus trabajos podrán verse estos días en las calles de la capital gaditana. Entre ellos, el paso de la hermandad de Afligidos -el más antiguo que actualmente procesiona en Cádiz-, que es de talla dorada con relieves en cobre, realizado en 1940 por Antonio Castillo Lastrucci y restaurado por Ars Nova en el año 2011. Además, ha colaborado en la recuperación de los bordados del manto que reestrena este año Nuestra Señora de los Desconsuelos de esta cofradía.

La empresa de Fabián Pérez también ha trabajado en el paso del Cristo de Humildad y Paciencia, realizado por Juan Pérez Calvo en 1953 con imaginería de Ortega Bru. Ars Nova restauró en el año 2016 tanto el paso de talla dorada como la imaginería de talla policromada. Y en el paso del crucificado de Vera-Cruz, todos los años realiza trabajos de mantenimiento.

Según este restaurador, el arte cofrade tiene "una peculiaridad" que "quizás sea una ventaja a la vez que puede ser su inconveniente: es un arte no solamente para ser mirado sino para ser usado. Esto significa que cuando este arte se pone al servicio de las imágenes titulares, se naturaliza; es decir, está contextualizado en su entorno natural. El inconveniente es que el uso acelera el deterioro de estas obras. Sin embargo, conceptualmente siguen vivas, al contrario de las obras que están en los museos, que aparecen abandonadas de la dignidad del culto".

Esa dignidad del culto "es un patrimonio inmaterial también a conservar", en palabras Fabián Pérez, quien asegura que precisamente esta es la filosofía de su trabajo. Y es que su empeño "siempre es conservar tanto la dimensión histórica de las obras, respetando su uso, como conservar su materialidad para proyectarla al futuro".

Asimismo, afirma que le gusta que las obras de arte "además de ser antiguas, lo parezcan". En su empresa, no están de acuerdo con la "repriscinación" o renovación total de la obra hasta el punto de que parezca nueva, sino que "nos gusta que las obras sean expresión del paso del tiempo, que se conviertan como en una vanitas en la que se conjuguen el pasado con el presente del observador, y esto supone una bofetada de humildad porque esa obra permanece en el tiempo frente a la transitoriedad de quien la mira". Por este motivo, afirma que cuando hacen una restauración "no nos gusta repolicromar, reinterpretar los objetos o imágenes, sino estabilizarlas en el presente histórico. Nos gusta la serena belleza de lo envejecido".

Fabián Pérez ya tiene proyectos para la próxima Semana Santa gaditana. Su empresa está pendiente de restaurar el paso del Cristo de las Aguas, que ya ha sido aprobada en cabildo por los hermanos y espera poder empezar los trabajos después del verano.

Este restaurador ha realizado otros trabajos en Cádiz, al margen del arte cofrade. Entre ellos, la restauración de las pinturas murales de la Santa Cueva; todos los cuatros de la Capilla de las Reliquias de la Catedral; algunas piezas del Museo de la Catedral; los bienes muebles de la Capilla de los Dolores de la Orden de Servitas, como los retablos, las esculturas y algunos cuadros; el retablo que cobija la imagen de Nuestro Señor de Medinaceli en Santa Cruz; la peana de la Virgen del Carmen en su retablo de la Iglesia del Carmen y la crestería dorada de los altares de las imágenes titulares de Humildad y Paciencia en San Agustín.

Destaca como "de especial interés" para su trabajo la restauración del Santísimo Cristo Indiano de la Vera-Cruz que se encuentra en San Francisco, "por la historia que tiene", y la escultura del Niño Jesús de la Orden de Servitas que está inspirada en el cuadro de la pintora gaditana Victoria Martín de Campos -que también restauró Ars Nova- "con el que se ha avivado el culto al Niño Jesús Pasionista. La hermandad está haciendo mucho uso de él y nos llena de satisfacción ver que ha sido atractiva la restauración para la hermandad". También resalta la restauración de la imagen de La Galeona que se encuentra en la iglesia conventual de Santo Domingo y la réplica de esta talla que actualmente está embarcada en el Juan Sebastián de Elcano, en su XC Crucero de Instrucción.

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