Santo crucifijo de la salud

Madrugá de recogimiento

  • El crucificado de la Hermandad de la Borriquita procesionó en silencio por el centro entre la solemnidad y el respeto

El paso del Santo Crucifijo de la Salud se dispone a iniciar su recorrido tras la salida.

El paso del Santo Crucifijo de la Salud se dispone a iniciar su recorrido tras la salida. / sonia ramos

La madrugá chiclanera vuelve a estar viva en los últimos años gracias a la salida procesional de uno de los titulares de la Hermandad de la Borriquita, el Santo Crucifijo de la Salud, una incorporación a la Semana Mayor de la ciudad que cumple este año su sexta salida y que dota a la noche del Jueves Santo de la solemnidad y el recogimiento que caracteriza al cortejo lasaliano.

En contraposición al carácter bullicioso y alegre de la corporación del Domingo de Ramos, en la que los niños son los protagonistas, esta otra vertiente de la cofradía de Cristo Rey ha venido a incorporar un elemento del que hasta ahora carecía la Semana Santa chiclanera, más allá del paso del Cristo Yacente, un carácter solemne y austero que se va consolidando año a año en la madrugá y que va siendo reconocido y arropado cada vez por más cofrades y público en general.

En la noche del Jueves al Viernes Santo, el Santo Crucifijo de la Salud volvió a discurrir solemne sobre su austero paso de rosas y espinos, acompañado por una treintena de nazarenos en devota penitencia.

A diferencia de lo que venía sucediendo años atrás, las horas en las que compartió madrugada con la Hermandad del Nazareno se desarrollaron con fluidez y sin injerencias entre ambas corporaciones.

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