Diario Cofrade

División de opiniones para empezar

  • Borriquita estrena el nuevo recorrido por Nueva con gran ambiente

  • San Juan de Dios ofrece la peor imagen de afluencia y la más complicada por la coincidencia de tres cortejos

TODOS los cambios traen inevitablemente consigo el vértigo de lo desconocido. La nueva carrera oficial de la semana mayor gaditana no fue una excepción. Después de muchos debates, ayer se estrenó el nuevo recorrido que el Consejo de Hermandades y Cofradías ha diseñado para este año y que, como todo en la vida, obtuvo una división de opiniones donde predominaron más los elogios que las críticas, aunque haberlas, las hubo.

El retraso de una hora con que las hermandades que procesionaron ayer iniciaron sus cortejos no evitó que desde primeras horas de la tarde la calle Nueva, que estrenaba su condición de arranque de la carrera oficial, viviera en constante ebullición. Uno de los logros que hay que apuntar en el haber de este cambio es que la calle San Francisco se vio despoblada, al fin, de esa carrera oficiosa donde proliferaban a sus anchas sillas de playa y comedores de pipas. En esta ocasión, las filas de sillas organizadas por el Consejo arrancaban en Nueva, en una esquina muy transitada y donde, eso sí, algunos negocios veían reducida la movilidad en sus terrazas.

A las cinco de la tarde, Juan Carlos Jurado, presidente del Consejo de Hermandades, junto a Antonio Gallarín y otros miembros de su directiva, paseaba de un lado a otro supervisando una carrera oficial que, al menos sobre el papel, le gustaba. "Creo que ha quedado bien. Hemos colocado un palco a la entrada de la carrera oficial que también le da más realce y además parece que el tiempo va a acompañarnos en este Domingo de Ramos". Una vez finalizada la Semana Santa será el momento de hacer un balance global al que algunos han dado en llamar el experimento más destacado de los últimos años.

Y ahora vayamos por partes, y por tramos. En Nueva, la imagen de las sillas, cuatro filas en un lado y dos en el contrario, es bastante buena. Eso sí, algunas personas con sillas compradas se quejaban de que el pasillo de evacuación que habían dejado entre la última fila y la pared era ocupado, a veces de manera tumultuosa, por gente sin abono y que finalmente origina molestias. "Si pagamos por una silla lo que no puede ser es que tengamos que aguantar en el cogote empujones de niños y jóvenes que acaban molestando mucho", decía una señora que se sentía perjudicada. "A ver si mañana colocan a alguien controlando el acceso en esta zona".

Pese a esto, Nueva presentó un gran aspecto, con personas que habían cambiado su histórico abono de la calle Ancha, como Rosario. "Yo llevaba toda la vida, desde chica, en Ancha, cerca de donde vivo, pero me gusta Nueva para la carrera oficial. Creo que le va a dar mucho sabor a nuestras procesiones".

En cuanto a San Juan de Dios, hay que decir que fue el lugar de toda la carrera oficial donde más sillas libres se vieron, incluso de la primera fila. Quizá hay quien pensó que sería una zona donde las inclemencias meteorológicas golpearían con mayor rigor, aunque lo cierto es que ayer, incluso cuando cayó la noche y Humildad y Paciencia realizaba por allí su tránsito, el viento no era especialmente molesto. Eso sí, el tramo de San Juan de Dios fue quizá en el que menos se lucieron tanto las cuadrillas como las bandas de acompañamiento, que en muchos casos la atravesaron a golpe de tambor.

Pelota fue otro cantar. Muchísima gente desde el inicio, tanta que incluso bloqueaban la entrada de algunos comercios históricos, como la confitería El Pópulo o bares y cafeterías. Uno de sus profesionales nos comentaba que por una parte había más afluencia de público pero que por otra la presencia de las sillas lo hacía todo más complicado.

En Catedral, Candelaria, Montañés y Palillero nada fuera de lo normal, si acaso más sillas ocupadas en Palillero que en años anteriores. Y, por último, Novena con una imagen inédita, con media calle con sillas y la otra mitad desierta. Extraño resultó ver a Borriquita, que iba abriendo la carrera oficial, girar hacia Valverde o Las Penas coger para San Miguel para buscar Gaspar del Pino y Marqués del Real Tesoro.

En cuanto al cumplimiento de horarios y cruces de hermandades, el momento más crítico se vivió en San Juan de Dios por la coincidencia de Las Penas, que entraba desde Nueva, Despojado, que venía por Plocia, y Sagrada Cena, que llegó desde Sopranis y tuvo que esperar que pasara la hermandad de Salesianos. Quizá ahí, con varias bandas sonando a la vez, quedaron al descubierto algunos detalles por pulir para el futuro. Aunque el Domingo de Ramos, con tres cortejos bajando por Plocia y Sopranis siempre es difícil.

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